En Cataluña se persigue hasta a la lengua española
Por Erik Encinas Ortega
De nuevo la historia se repite, la lengua catalana se utiliza también como un instrumento político por parte de las élites secesionistas, quienes ponen todo su empeño en mandar a hordas violentas de separatistas para impedir la primera manifestación en Cataluña contra la inmersión lingüística y el adoctrinamiento en las aulas, y así pasará a los anales de la historia.
La manifestación con permiso autorizado de “Hablamos Español” contó con el apoyo de varias asociaciones patriotas que se vieron obligadas a cambiar su recorrido previamente pactado ante la no intervención de los Mossos en el conflicto, únicamente sirvieron como fuerza de contención en medio de la guerra callejera en la calle Vía Layetana para impedir una batalla campal en Barcelona, según las propias fuentes policiales. La situación es anormal y se va de las manos, ciertamente el ambiente es pre-bélico y sinceramente parece que los violentos separatistas ya se ven inmersos en una guerra civil dentro de su imaginación.
Es inexplicable, que el estudio de la lengua española haya aumentado en todo el mundo y sea la segunda más hablada, pero en España con más de 1000 años historia se persiga al español y encima se tolera que unos descerebrados campen a sus anchas con tal de conseguirlo por la vía de la violencia.
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En cualquier caso, es realmente muy preocupante, que la violencia no pare de aumentar en Cataluña en términos generales, ya que la guerra civil ciertamente podría estallar en un momento a otro ante la falta de medidas que combatan el Golpe de Estado Secesionista. El desamparo de la mayoría de los catalanes es total.
No se entiende, que la mayoría de los catalanes tengan derecho a manifestar públicamente su rechazo al separatismo, pero no pueda este ejercerse por culpa de los separatistas. Es intolerable está gran falta de democracia, equidad y de derechos humanos en esta región española. Además, cabe recordar que es una obligación del Gobierno okupa de Sánchez garantizar el cumplimiento de los artículos que se especifican en la Constitución Española. Algo que a este co-gobierno de PSOE-Podemos no le parece importante abordar, porque tendrían que enfrentarse a los golpistas separatistas y etarras, con los cuales se sienten más cómodos soltando las lluvias de millones de euros del erario público y hasta perjudicando a la separación de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) para hacerlos creer que son superiores y que Sánchez siga viviendo en Moncloa sin haber ganado en su vida unas Elecciones Generales.
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Es desesperante para la mayoría de los catalanes que el golpismo separatista siga apoderándose de las Instituciones Públicas de todos los catalanes hasta cerrando algunos edificios legislativos como es el caso del Parlamento de Cataluña hasta el 2 de Octubre de 2018. El parlamento regional es un buen ejemplo, porque este 2018 ha estado más cerrado que abierto. Y también existen grandes desigualdades tanto para periodistas disidentes en medios públicos como TV3 o ser peor pagados por un motivo claramente ideológico, profesores que quieran explicar en clase a sus alumnos cuestiones verídicas que no se explican en el temario por no perjudicar al pasado oscuro del nacionalismo catalán con hasta sanciones para ellos y para los Mossos que quieran hacer cumplir la Ley. Es por ello, que estamos ante una Dictadura Separatista que llevaba construyéndose más de 30 años hasta alcanzar su zenit el pasado 1 de Octubre, día del referéndum ilegal y sin garantías democráticas que conllevó posteriormente a una independencia unilateral sin efectos, tras ser inmediatamente suspendida.
En conclusión, el mundo nos mira, pero no como a los golpistas separatistas les gustaría, han perdido y lo saben. Así que prepárense para el cambio de la Cataluña que conocen. Es la hora de las mayorías.
