Pablo Iglesias rompe con Errejón y se enfrentará a él en las urnas
Pablo Iglesias aparcó unas horas su baja por paternidad para responder a Íñigo Errejón.
El líder del partido morado publicó una carta en su Facebook en la que rompía con el que otrora fue su número dos : «Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela, pero Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos y que se decidió en nuestras asambleas ciudadanas». Y aunque no hablaba de expulsión en el escrito, sí que anunciaba que presentará una candidatura distinta a la de Errejón para la Comunidad de Madrid en las próximas elecciones del 26 de mayo, no así para el Ayuntamiento.
LD / Pero, a pesar de la carta de Iglesias, Errejón mantuvo que él continuaba siendo «el candidato de Podemos a la Comunidad de Madrid». En una entrevista en la Ser, aseguró que «hay que ser serios y formales, hay que rebajar el nivel de drama». El exnúmero dos de Podemos decía «no ver claro» que Iglesias le hubiera mostrado la puerta en su carta. «Es necesario que más fuerzas progresistas armen un bloque», decía, a pesar de que la misiva era rotunda.
En el día de su cumpleaños
Iglesias publicaba ese escrito nueve horas después de que Errejón anunciara este jueves por la mañana que había llegado a un acuerdo con Manuela Carmena para presentarse de forma conjunta a las próximas elecciones municipales y autonómicas de mayo bajo las siglas de «Más Madrid». Abandonaba así las siglas de Podemos y rompía el acuerdo que había firmado con Iglesias para ser su candidato a la Comunidad de Madrid.
«En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste», decía Pablo Iglesias en el escrito en el que comenzaba aclarando que «nunca imaginé que iba a tener que interrumpir por unas horas mi permiso de paternidad por una razón tan triste».
También se lamentaba de que fuera en un 17 de enero, «cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos», el momento elegido por Carmena y Errejón para hacer este anuncio: «No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto».
Presentarán candidatura a la Comunidad
En la misiva, Iglesias dejaba claro también que ellos proseguirán con sus planes y presentarán una candidatura distinta a la de Errejón para la Comunidad de Madrid, aunque en el Ayuntamiento no harán frente a Carmena.
«El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años, pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales en Madrid», dice la carta para después explicar que: «En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad. Y lo seguiremos haciendo con la sociedad civil y con la gente».
La razón de esta decisión se resume en otra de las frases de Iglesias: «Con todo el respeto, Íñigo no es Manuela». Este es el escrito completo del líder de Podemos:
Querida inscrita, querido inscrito:
Nunca imaginé que iba a tener que interrumpir por unas horas mi permiso de paternidad por una razón tan triste.
No imaginé que hoy, cuando deberíamos celebrar el quinto cumpleaños de Podemos, las cosas serían así.
Esta mañana me ha llamado Íñigo Errejón para informarme de que inicia un nuevo proyecto político personal junto a Manuela Carmena, con una nueva marca electoral. Pocos minutos después de la llamada, la carta de Manuela y de Íñigo estaba en todos los medios de comunicación y en las redes sociales.
En política hay que estar acostumbrado a este tipo de maniobras, incluso si vienen de compañeros, pero reconozco que me he quedado tocado y triste. No doy crédito a que Manuela e Íñigo nos hayan ocultado que preparaban lanzar un proyecto electoral propio para la Comunidad de Madrid y que lo hayan anunciado por sorpresa. Creo que nuestros inscritos se merecen más respeto.
No es la primera vez que somos noticia por este tipo de cosas y vuelvo a sentir vergüenza de que se hable de nosotros por maniobras de este tipo.
Hace ya dos años, la Asamblea de Vistalegre mostró una herida y una falta de madurez que os avergonzó y nos avergonzó. Recuerdo cuando entré allí y escuché a nuestra gente gritar «unidad».
Salimos de aquella asamblea con el firme propósito de cerrar esa herida y madurar. En muchos partidos, quien pierde un Congreso se va a su casa o abandona la primera línea. Yo quise que en Podemos eso no fuera así y hablé con Íñigo para que, si los inscritos así lo querían, fuera nuestro candidato en la Comunidad de Madrid. Eso sí, dejando claro que ninguna persona está por encima del proyecto colectivo que decidís vosotros.
En momentos como este no es fácil ser secretario general. Al tiempo que las compañeras del grupo parlamentario confederal trabajan para que el Gobierno cumpla el acuerdo que firmé con Pedro Sánchez y poder, así, sacar adelante unos presupuestos que por fin revierten los recortes del PP, no es fácil tragar con ciertas cosas.
Pero quiero que sepáis que, mientras esté al frente de Podemos, vuestro mandato y el proyecto colectivo estarán por encima de cualquier ambición personal.
Deseo suerte a Íñigo en la construcción de su nuevo partido con Manuela, pero Podemos tiene la hoja de ruta que marcaron los inscritos y que se decidió en nuestras asambleas ciudadanas.
Hace cuatro años propusimos que Manuela Carmena encabezara la lista de la coalición entre Podemos y Ganemos para lograr el cambio en Madrid. Cuatro años después no nos arrepentimos de haberlo hecho. Se han hecho algunas cosas buenas para los madrileños y, por eso, nos alegramos de haber hecho posible que Manuela fuera candidata y de que contara con un equipo plural. Quizá quién le apoyó y acompañó entonces merecería otra consideración, pero hay algo mucho más importante que Manuela o que Podemos: que los madrileños tengan un Gobierno más decente que los anteriores. El nuevo proyecto de Manuela se parece muy poco al de Ahora Madrid de hace cuatro años, pero si ese proyecto y las exigencias de Manuela de decidir su lista del primer al último nombre son la condición de posibilidad para que los corruptos y los reaccionarios no vuelvan a gobernar Madrid, estamos dispuestos a hacernos a un lado y a no presentarnos a las elecciones municipales en Madrid.
Pero, con todo el respeto, Íñigo no es Manuela. En la Comunidad de Madrid y en todos los demás municipios de nuestro país, Podemos saldrá a ganar, construyendo con Izquierda Unida y con el resto de aliados Unidos Podemos y candidaturas municipalistas de unidad. Y lo seguiremos haciendo con la sociedad civil y con la gente.
Vamos a seguir trabajando para cambiar las cosas. Nos dijeron que era imposible echar a los corruptos con una moción de censura; y, sin embargo, lo conseguimos. Nos dijeron que era imposible subir el salario mínimo, revalorizar las pensiones, parar la subida de alquileres o aumentar las ayudas a la dependencia; y, gracias a la gente que se movilizó, conseguimos un acuerdo con el Gobierno que algunos medios de derechas calificaron como «el más de izquierdas de la democracia». Hoy nos dicen que tendremos que conformarnos si el Gobierno no cumple todo lo que firmaron con nosotros, y volveremos a demostrar que los pactos que se firman con nosotros se tienen que cumplir punto por punto si quieren nuestro apoyo.
Los inscritos marcasteis el camino y cumpliremos con vosotros.
Este cumpleaños no es feliz, pero, en este tiempo en el que un nuevo bloque reaccionario amenaza con destruir las conquistas democráticas, nuestro deber es levantarnos y trabajar para defender la dignidad.
No será fácil. Hoy es un día amargo, pero la historia de las luchas sociales enseña que quien se levanta tras un golpe es más fuerte que quien nunca fue golpeado.
Hoy, como siempre, sí se puede.