La huelga de los separatistas fracasa en Cataluña
La demostración de músculo del separatismo pinchó. La huelga soberanista convocada en protesta por el juicio del ‘procés’ se ha hecho visible en calles y carreteras de toda Cataluña, con numerosas afectaciones a la movilidad, sin bien no ha conseguido paralizar el grueso de la actividad económica.
La Gaceta / Desde primera hora de la mañana, grupos de activistas, muchos de ellos de los CDR, han llevado a cabo decenas de cortes de carreteras en toda Cataluña, unas incidencias que se han producido a lo largo de la jornada en las cuatro provincias y que han afectado a algunas de las principales vías de comunicación de la comunidad, como las autopistas AP-7 y la AP-2, la C-58, la C-35 o la autovía A2.
En la mayoría de casos, los CDR han cortado las carreteras invadiendo la calzada, aunque que en algunos tramos, como en la AP-7 en L’Hospitalet del Infant (Tarragona) y en Viloví d’Onyar (Girona) o en la C-55, en Olesa de Montserrat (Barcelona), han interrumpido la circulación prendiendo fuego a neumáticos en medio de la calzada.
También el transporte ferroviario se ha visto afectado por las acciones de los manifestantes, especialmente el servicio de Cercanías, donde los huelguistas han cortado primero la circulación de trenes entre Sitges y Vilanova (Barcelona), mientras que después un centenar de estudiantes ha ocupado las vías en la estación de plaza Catalunya, lo que ha obligado a interrumpir durante más de tres horas el paso de trenes de las líneas R1, R3, R4 y R12.
La huelga se ha saldado con tres personas detenidas y otras 37 atendidas por el Sistema de Emergencias Médicas (SEM) en diversos incidentes.
De los tres detenidos, uno ha sido en Barcelona por pegarle un puñetazo a un mosso, otro ha lanzado objetos a los agentes en Gurb (Barcelona) y otra persona ha sido detenida en Tarragona cuando intentaba cortar la AP-7.
En Barcelona, los Mossos han informado de “incidentes violentos” en el centro, después de que grupos de manifestantes hayan cortado calles y quemado contenedores con la circulación abierta.
Por la mañana también hubo concentraciones de protesta en diferentes puntos del país, mientras que por la tarde miles de personas se han manifestado en diversas ciudades.
En Barcelona, con el lema “21F Huelga General. Sin derechos no hay libertades”, la marcha unitaria apoyada por partidos y entidades soberanistas -además del sindicato impulsor de la huelga, la Intersindical-CSC- ha congregado a unas 40.000 personas, según la Guardia Urbana, cifra que los organizadores elevan a 200.000.
Otra de las manifestaciones más multitudinarias de esta jornada ha sido la de Girona, donde unas 70.000 personas, según estimaciones de la Policía Local y los Mossos d’Esquadra, han salido a la calle.
La huelga general, en cambio, apenas ha tenido incidencia en la actividad comercial e industrial, y la normalidad ha sido la tónica general en las empresas de Cataluña y en el funcionamiento de puntos neurálgicos como el Puerto de Barcelona, el Aeropuerto de El Prat y Mercabarna.
En el sector público de la Generalitat, la huelga general ha tenido poco seguimiento en el ámbito sanitario y educativo, con porcentajes del 7,52 y el 27,87 %, respectivamente, pero el seguimiento ha sido amplio entre el personal de las universidades, con un 67,45 %.
En el ámbito de la función pública, el seguimiento ha sido del 23,66 %, mientras que en el del comercio se ha registrado un 30 %, según la Generalitat.
Los partidos independentistas han coincidido en valorar como “un éxito” la huelga general, al considerar que se ha tratado de una demostración de “fuerza” de la ciudadanía catalana, aunque la CUP ha exigido “el cese inmediato del conseller de Interior, Miquel Buch”, por la actuación de los mossos frente a los manifestantes.
El portavoz de la Intersinidcal-CSC, Sergi Perelló, ha asegurado que están muy satisfechos por el seguimiento del paro y ha afirmado que ha sido “la segunda más grande de los últimos años”, precedida por la del 3 de octubre.
Cataluña ha vivido su tercera huelga relacionada directamente con el proceso independentista -tras las del 3 de octubre y del 8 de noviembre de 2017-, convocada por la Intersindical-CSC en el marco de las protestas contra el juicio del ‘procés’ que se celebra estos días en el Tribunal Supremo.