Queman en Segovia una imagen con el rostro del presidente de VOX, Santiago Abascal
La celebración de la festividad de Santa Águeda ronda cada año el 5 de febrero, que es la fecha asignada por la Iglesia Católica para festejar a la virgen y mártir italiana, que en el siglo III dio su vida por cumplir su promesa de virginidad, tras ser torturada en tiempos del emperador Decio, cuando este emprendió la persecución de los cristianos.
A la joven de Catania le cortaron los pechos y, según los hagiógrafos, tras ser curada por intersección de San Pedro, murió al ser arrojada a un montón de carbones al rojo vivo.
Por eso se le considera a la santa siciliana patrona de los bomberos, de las enfermeras y de las pacientes de cáncer de pecho. Ahora es también un símbolo para todas las mujeres que, cada mes de febrero, en todos los pueblos de Segovia y en muchos de las dos Castillas visten los manteos en honor de la santa, reivindican sus derechos a pie de calle y en pie de igualdad con los hombres y, sobre todo en los últimos años, son un clamor contra la violencia doméstica, contra esa lacra social que no cesa a pesar de campañas y de las noticias horrendas.
El revuelo de manteos, de capas, monteras y mayordomas se extiende ya por todos los pueblos y este año se prolongará aún más, pues en Zamarramala (también en La Granja de San Ildefonso) han decidido realizar la fiesta grande de las aguederas, que no será el más cercano a la fiesta de Santa Águeda pero tendrá así, sin duda, una mayor proyección fuera de Segovia. Donde comenzó ayer el programa de actos fue en algunos barrios de Segovia capital, y en el de Nueva Segoviaestuvo la alcaldesa, Clara Luquero, para acompañar a la concejala de Obras y Servicios, Paloma Maroto, pregonera de la fiesta con un discurso en el que abogó por eliminar las diferencias entre hombres y mujeres, las de oportunidades y salariales, y por acabar con los crímenes machistas, con esa violencia que asalta cada semana los noticieros de radios y televisiones y las páginas de los periódicos.
En Nueva Segovia fueron las mayordomas, Florentina Martín Sanz y Concepción Gutiérrez, quienes protagonizaron los festejos, primero en la iglesia de la Resurrección del Señor, y después en las calles del barrio llevando en procesión la imagen de la santa siciliana, seguidas por más de un centenar de mujeres (y unos cuantos hombres, entre ellos el presidente de la asociación de vecinos, Francisco Fernández-Caro), a pesar del frío y la amenaza de nieve, y luego en la quema del ‘pelele’, que este año guardaba cierto parecido con el líder de Vox, Santiago Abascal. Según explica el presidente de la asociación vecinal, es costumbre en el barrio personalizar al ‘pepele’, que el año pasado representaba a Carles Puigdemont.