HEROES DE BALER
En este 2019 se cumplen 120 años del SITIO DE BALER, pueblo filipino situado en la costa este de la isla de Luzón, donde una pequeña guarnición española resistió casi un año completo el asedio de las tropas filipinas, una vez que España había firmado el tratado de Paris por el que abandonaba su presencia en esas islas. El asedio, sin comida, sin agua, sin municiones, mal vestidos, peor calzados, desnutridos, enfermos, aislados, olvidados y sin esperanza alguna, fue una acción heroica en la que se hizo gala de una encomiable determinación en el cumplimiento del deber. En el sitio de Baler nuestra Infantería escribió una de sus muchas páginas heroicas que suscitó la admiración de propios y extraños.
En justísimo recuerdo, nuestro Ejército tiene proyectada la colocación de una estatua que evoca a los Héroes de Baler. Esta iniciativa se ha topado con la negativa de Ahora Madrid, por considerar que aquello fue un hecho de un “ejército colonialista”. El argumento no puede ser más injustificado. Los ediles madrileños saben, o deberían sabe, que tan solo se trata de un acto de Justicia en honor a una gesta colectiva, que fue admirada incluso por el propio ejército filipino. Para no caer en una disculpable parcialidad merece la pena leer el Decreto del general Aguinaldo, primer presidente de la República Filipina:
“Decreto: Habiéndose hecho acreedoras a la admiración del mundo las fuerzas españolas que guarnecían el destacamento de Baler, por el valor, constancia y heroísmo con aquel puñado de hombres aislados y sin esperanzas de auxilio alguno, ha defendido su Bandera por espacio de un año, realizando una epopeya tan gloriosa y tan propia del legendario valor de los hijos del Cid y de Pelayo; rindiendo culto a las virtudes militares, é interpretando los sentimientos del Ejército de esta República, que bizarramente les ha combatido; a propuesta de mi Secretario de Guerra, y de acuerdo con mi Consejo de Gobierno. Vengo en disponer lo siguiente: Artículo único. Los individuos de que se componen las expresadas fuerzas, no serán considerados como prisioneros, sino por el contrario, como amigos; y en su consecuencia, se les proveerá, por la Capitanía General, de los pases necesarios para que puedan regresar á su país. Dado en Taslak á 30 de junio de 1899. El presidente de la República, Emilio Aguinaldo. El Secretario de Guerra, Ambrosio Flores”
Si estuviera vivo alguno de los últimos de filipinas, no sería capaz de salir de su asombro: héroe para el “enemigo colonizado” y villano para los representantes de su propio pueblo por “colonizadores”.
Es posible que los ediles madrileños desconozcan que en Filipinas (y no en España) se celebra el Día de la Amistad Hispano-Filipina, en recuerdo de los fuertes vínculos habidos entre Filipinas y España, y que esa celebración tiene lugar el 30 de junio de cada año, fecha en que el general Aguinaldo, presidente de la Primera República Filipina, emitió su conocido Decreto, haciéndolo coincidir con la fecha del levantamiento del asedio. El general Aguinaldo demostró una admiración y generosidad desconocida por Ahora Madrid.
Los ediles madrileños deberían saber que, con la presencia del ejército español en Filipinas, se creó una sociedad que fundó de la Universidad Santo Tomas de Manila, la primera en Asía, siendo precedida por un enorme esfuerzo cultural y académico. En efecto, desde que el adelantado Miguel López de Legazpi fundara Manila en 1571, se inició una intensa actividad creativa de centros de enseñanza gracias al celo de la Corona Española, de las Órdenes Religiosas, y también de particulares. El mismo año de 1571, los jesuitas levantaron el Real Colegio de San José y en 1594, los franciscanos fundan el Colegio de Santa Potenciana, ambos bajo el patrocinio de Felipe II. Para atender a huérfanos e indigentes de Manila se crearon el Colegio de San Juan de Letrán y el Colegio de Santa Isabel. Las dominicas fundaron el Colegio de Santa Catalina de Siena. Hace ahora cuatrocientos años, los dominicos a instancias de Miguel de Benavides, tercer arzobispo de Manila, crearon el colegio de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, institución matriz de la Universidad de Santo Tomás de Manila.
Ahora Madrid debería saber que España, con su “ejército colonialista” al frente, tiene el indiscutible honor de haber fundado la primera universidad en dos continentes, la primera en Asia, la de Santo Tomas de Manila, y la primera en América, la de San Marcos en Lima, fundada en 1551 también por los dominicos, aunque hay controversia sobre si es mas antigua la Universidad de Santo Tomas en la Hispaniola.
Los ediles de Ahora Madrid deberían saber que muchos de nuestros soldados de Filipinas fueron repatriados por vía marítima hasta Barcelona, y desde allí en tren hasta Madrid, donde los gobiernos de turno los abandonaron a su suerte, incluidos los heridos y mutilados. Aunque no fuera más que por eso, tenemos una enorme deuda de gratitud para con nuestros soldados en Filipinas. Ellos y sus descendientes se merecen todo nuestro respeto, recuerdo y admiración. Ahora Madrid, con su negativa al monumento a los Héroes de Baler acredita una insensibilidad que supera con mucho a la de los gobernantes de hace 120 años, pero con el agravante de que esos 120 años efectivamente han transcurrido, y algo hemos aprendido, al menos, los que consideramos de Justicia notoria rendir merecido tributo a los Héroes de Baler.
Tomas Torres Peral
Comandante de Caballería
Abogado y Economista