Inicio Opinión Invitada Poetas, República y Cristianismo

Poetas, República y Cristianismo

0

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.
Cuaderno y un bolígrafo. Premio Internacional de Poesía
Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

POETAS, REPUBLICA Y CRISTIANISNO

Por Eduardo López Pascual para El Municipio

En estos días de Semana Santa que empezaba el 14 de abril, una asociación cultural de conocida labor en nuestra ciudad, organizaba una “Semana republicana y de la memoria Histórica” coincidiendo con el aniversario de su implantación en 1931. Con este motivo el Grupo literario La Sierpe y el Laúd, se sumaba a esta celebración, incluyendo un recital poético en recuerdo de aquellos poetas de abierta opción republicana como García Lorca, Miguel Hernández o Antonio Machado.

Naturalmente me hubiera encantado asistir a tan emotivo acto, si no fuera porque lo entendí como una manifestación más del calendario político de la institución convocante – Club Atalaya-, y como personalmente y como representante de otra asociación cultural, siempre he procurado no mezclar política y Bellas artes, la verdad no me sentí llamado a participar aunque fuera con mi presencia, a esa iniciativa. Ya, solo el título, me avisaba de cuál sería el espíritu de la misma: “Poetas por la República” que en sí mismo recortaba otras voluntades pues no todos se sienten afines a tal forma de Estado, y luego, aunque no se explicitara, la evocación de esos poetas se planteaba desde un sentido de confrontación que no se podía disimular. 

Por supuesto que no se trata aquí de limitar iniciativas de este tipo o desdeñar las intenciones de ningún Grupo literario, pero todo parecía hecho a favor de una interpretación sesgada de la historia, y la poesía girada en torno a Lorca o a Machado, por ejemplo, sería una visión parcial y sectaria de la realidad y, si no fuera así, quedaría muy cerca. Porque, veamos, cuando se habla de Antonio Machado, de quien modestamente tengo hecho un amplio trabajo, se cuenta su peripecia como exiliado y víctima de la victoria nacionalista del 36, pero dudo mucho de que se hablara de su condición de cristiano, de la fraternidad siempre con su hermano Manuel, tan buen poeta como él, o de sus versos al Cristo de la Semana Santa en su Andalucía. -Que Antonio Machado no solo es el de Campos de Castilla o el de Líster-, sino que nos emociona con saetas como esta que nos conmueve por su intrínseca devoción:

“¿Quién me presta una escalera

para subir al madero,

para quitarles los clavos

a Jesús el Nazareno?

Cantar del pueblo andaluz

que todas la primaveras

anda pidiendo escaleras

para subir a la cruz.”

¿Y quién en esa tarde o noche republicana-  que es una muy distinta de la que uno aspira-, cuando recitara versos de Miguel Hernández, recordaría los poemas que el autor oriolano escribiría dedicados a la Virgen María?, hechos con la misma calidad de siempre. Podían haber memorizado, precisamente en estos días de Semana Santa, aquellas poesías dedicadas a la Virgen María, que lejos de avatares políticos, daban muestra de sus raíces cristianas Como esta que os transcribo:

“Ventaba para el sol, ¡Que solo abierta¡

sin alterar la vidriera pura,

la luz pasó el umbral de la clausura

Y no forzó ni sello ni la puerta”

(En el día de la Asunción)

O que decir de nuestro admirado García Lorca, de quien me cabe el honor de haber escrito un libro sobre mi paisano andaluz, felizmente reseñado en los EE.UU, en el que a lo largo de su  vida, nunca excusó su sentimiento cristiano, por mucho que los exegetas de hoy pretendan obviar una realidad que siempre le acompañó, cono indican muy bien estos versos:

“La luz es Dios que desciende

Y el sol,

Brecha por donde se filtra….”

 “ ¿Todo mi sufrimiento se ha de perder, ¡Dis mío¡

como se pierde el dulce sonido de las frondas?

Vuelve a llover, el viento va trayendo a las sombras”

Garcia Lorca es todo lo contrario a un deísta. Lo que ama de Dios es su milagrosa capacidad de hacerse tangible, fáctico, concreto.

(Díaz Plaja)

No creo que haga falta más palabras para expresar mi ausencia en actos de esta naturaleza, donde priman más, según creo, otras razones nada poéticas, y más instrumentalización de unos autores que a mi entender, quedan por encima de utilizaciones que en nada ayudan a una convivencia cultural sincera y duradera. Son los peligros de politizarlo todo. Por supuesto yo tampoco soy inmune a estas derivas, por lo que pido mil perdones si así ha ocurrido, pero parece claro que no es mi manera de hacer y de pensar.

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí