Pablo Iglesias se cortaría la coleta para conseguir un Ministerio
Pablo Iglesias está dispuesto a ceder… pero siempre y cuando Pedro Sánchez acepte negociar un gobierno de coalición con Podemos. El líder de la formación morada se ha mostrado muy tajante este martes durante una entrevista en La Sexta donde ha calificado de «falta de respeto» hacia sus votantes que no se les deje entrar en el Consejo de Ministros.
De hecho, está dispuesto a hacer lo que sea para estar «a las órdenes del presidente» porque considera que «puede jugar un papel importante». Incluso podría llegar a cortarse su característica coleta. Al terminar la entrevista, Iglesias ha bromeado con esta posibilidad: «Solo le falta pedirme que me corte la coleta; me lo pensaría».
Una entrevista en la que, no obstante, ha desvelado que ese veto nunca ha estado encima de la mesa. Según Iglesias, Pedro Sánchez «nunca» le ha planteado que él no pueda estar en el Consejo. Es más, también ha negado que se les haya puesto encima de la mesa la oferta de Pedro Sánchez de incluir ministros «técnicos» de Podemos en su gobierno: «Nunca nos planteó eso el presidente. Nos dijo que estaba dispuesto a incluir nombres de independientes. Luego nos dijeron a través de los medios otra cosa distinta».
Sea como sea, ha pedido perdón por calificar, hace unos días esa propuesta de «idiotez». «Lo siento y pido disculpas si esa palabra molestó», se ha disculpado. Iglesias ha explicado que tan solo estaba intentando hacer ver que no era «sensato» tener que elegir a los ministros de la formado morada por su currículum.
A su juicio, Pedro Sánchez «se equivocó» al romper las negociaciones el lunes y se ha preguntado qué ha ocurrido en el PSOE para que el viernes tras el Consejo de Ministros, Isabel Celáa dijera que la consulta no dinamitaba nada y dos días después Pedro Sánchez diera por rotas las negociaciones. «Alguien tuvo que hablar para decirle: tú rompe», ha dicho recomendando a su vez al presidente que deje de «sobreactuar».
La consulta de la polémica
Por eso, Podemos insiste en que los inscritos deben participar en la consulta que han planteado. Una consulta que defienden a capa y espada a pesar de que Pedro Sánchez la ha señalado como la causa por la que se han roto las negociaciones. Es más, necesitan que se vote masivamente y durante los últimos días los dirigentes de Podemos se han movilizado en las redes sociales. Si la participación fuera baja, sería un gran fracaso para la formación morada.
En la actualidad, Podemos cuenta con 518.936 inscritos. En la última consulta que plantearon, que fue en el mes de abril sobre su programa electoral, participaron 47.213 personas. Es decir, apenas el 9% de los inscritos. El récord de participación en una consulta fue tras la polémica del chalet de Iglesias y Montero. En aquella ocasión participaron 188.176 personas, casi el 40% de los afiliados que en el año 2018 formaban parte de Podemos.
El plazo para participar en la consulta planteada ahora termina el jueves a las once de la mañana. La pregunta es la siguiente: «¿Cómo deben votar las diputadas y diputados de Podemos en las sesiones de investidura de la XIII legislatura?». En las respuestas se encuentra el principal obstáculo. No se puede contestar «a favor», «en contra» o «abstención». En su lugar, Podemos plantea dos opciones.
La primera: «Para hacer presidente a Pedro Sánchez es necesario llegar a un acuerdo integral de gobierno de coalición (acuerdo programático y equipos), sin vetos, donde las fuerzas de la coalición tengan una representación razonablemente proporcional a sus votos».
La segunda: «Para hacer presidente a Pedro Sánchez (ya sea mediante el voto a favor o la abstención), basta con la propuesta del PSOE: un gobierno diseñado únicamente por el PSOE, colaboración en niveles administrativos subordinados al Gobierno y acuerdo programático».
Desde la formación morada creen que en las dos opciones se recogen todos los escenarios posibles. Alegan que en la primera está su propuesta y en la segunda todas las ofertas que les han hecho desde el Partido Socialista, incluida la de incluir en el gobierno a ministros «técnicos» de Podemos.