PORQUE ES IMPOSIBLE LA COALICION DERECHA-PSOE
Comunicado de Falange Autentica-Murcia
Mucho se ha hablado y se habla de las relaciones democráticas entre el bloque socialista-comunista, con la derecha del PP y Cs., y la dificultad, por no decir imposibilidad, de formalizar un gobierno de coalición en cualquiera de las convocatorias electorales en España, tanto si son locales, autonómicas o generales y esto, en comparación con lo que puede suceder y sucede en algunos de los países más importantes de Europa, como es el caso de Alemania, donde socialistas y conservadores han protagonizado diversos ejecutivos coaligados, resulta una utopía entre nosotros.
Desde luego aquí eso sería hoy por hoy, y no me atrevo a decir si para siempre, prácticamente impensable, y no porque actualmente existan demasiadas diferencias políticas e entre ellos, sino porque los analistas de uno y otro lado, olvidan algo fundamental que hace imposible esa colaboración entre la derecha o conservadores y socialistas-comunistas. Aquí, en España, se dio la insólita circunstancia de que ambos partidos, Socialistas y comunistas, más la ultraizquierda anarquista como directos beligerantes, junto a las inquinas masónicas, sufrieron la única y más dura derrota militar de su historia, jamás en la Europa de esos años, el marxismo -y el Psoe de la época bebía en el marxismo-, fueron vencidos en el campo de batalla, algo que lo los españoles consiguieron de la mano de nacionalistas y la derecha tradicional.
Esa fue, para mí, razón suficiente y no olvidada para que los izquierdistas, herederos al fin y al cabo de sus mayores, nacieran con un resentimiento y deseo de venganza que aunque parezca mentira, ni perdonaron ni pretenden perdonar, ya que su doloroso fracaso en nuestro país, les incita a una esquizofrenia política que son incapaces de superar. De ahí su odio mortal a todo lo que no sea su interpretación vital, que los vuelve significativamente auténticos iconoclastas de la convivencia política. Europa, ya se sabe, no tuvo. prácticamente, esa terrible dualidad bélica, y no sufrieron la enfermiza amenaza de un Frente Popular vencido, con un Maquis que persistió hasta muy entrado los años 50.
De ahí esa posición frentista que ni el XIII Congreso socialista de Suresnes, (1974)- donde teóricamente abandonaron el marxismo, fue capaz de ofrecer una filosofía de paz, o fue rápidamente subsumida por los Zapateros y Sánchez de la mal llamada Ley Memoria Histórica. (2007), engendro que remueve los peores instintos de venganza escondida, y hacen imposible la ansiada normalidad en las gobernanzas del Estado. Esto no ocurre en los países europeos, quienes, a pesar de las diferencias lógicas en democracia, ante situaciones límites se anulan todo obstáculo que impida la gobernación.
Mientras esa izquierda montaraz, nada dialogante, persista en sus desvaríos, la sensación de dos Españas irreconciliables será el pan de cada día y harán irrealizable una coalición política.