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Sánchez descarta promover ahora reformas legales en la Corona
El Gobierno no ve el clima propicio para abrir el melón de las reformas legales sobre la Monarquía, diez días después de la salida de España de Juan Carlos I por el escándalo de sus cuentas suizas. La Moncloa descarta por el momento impulsar iniciativas legislativas como la despenalización de las injurias al Rey, la limitación del aforamiento o la inviolabilidad del Monarca, aunque las promuevan sus socios de Unidas Podemos y los partidos nacionalistas que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez. El PSOE prima la estabilidad institucional y aparca algunas de las iniciativas que ha defendido en el pasado.
El País / El asunto es tan sensible y el momento tan delicado que el Gobierno cree que precisamente ahora no procede abrir el debate sobre el estatuto jurídico de la Monarquía española. Desde que el pasado 3 de agosto se conoció que Juan Carlos I abandonaba el país en medio de la investigación sobre sus finanzas, Pedro Sánchez ha optado por la defensa de la plena vigencia del pacto constitucional cuya “clave de bóveda”, ha subrayado, es la monarquía parlamentaria. Pero más allá de evitar cualquier cuestionamiento de la jefatura del Estado, al que el PSOE se ha opuesto con firmeza, no hay de momento tampoco planes en el Ejecutivo para abordar otras reformas legales que pudieran afectar a la Casa del Rey y al propio rey emérito, y que plantean sus socios en el Gobierno de coalición y otros partidos nacionalistas que han dado su apoyo a la investidura del líder socialista.
La clave es el contexto, especialmente crítico, porque tanto el PSOE como el propio Sánchez han apoyado o promovido en el pasado algunas de esas iniciativas que ahora se descartan en La Moncloa. Fuentes del equipo del presidente rechazan abordar reformas legales referidas a la Monarquía porque cualquiera de ellas, argumentan, requeriría un clima de consenso que se antoja imposible, así como un amplio apoyo parlamentario que no existe con la composición actual del Congreso de los Diputados. Algunas de estas modificaciones legales exigen una reforma constitucional agravada porque afectan al título II de la Constitución —el de la Corona— lo que implica que la propuesta tendría que ser aprobada por dos tercios del Congreso y el Senado (234 y 177 asientos), disolver las Cortes y convocar elecciones para que las Cámaras volvieran a ratificar el nuevo texto constitucional, sometido en última instancia a un referéndum.
Es el caso, según el consenso mayoritario en los juristas, de modificar la inviolabilidad del Rey. Otras posibles reformas que afectan al Monarca, en cambio, no requerirían tocar la Constitución. Ahí está la posibilidad de retirar a Juan Carlos I el tratamiento de rey emérito, que le fue concedido por el Gobierno de Mariano Rajoy en 2014 mediante un real decreto. O la despenalización de las injurias al Rey, un delito que bastaría eliminar en el Código Penal y que ERC, partido que apoyó la investidura de Sánchez, ha registrado ya en el Congreso y Unidas Podemos promoverá en septiembre.
El propio Sánchez se ha mostrado a favor de algunas de estas reformas antes de la crisis derivada de la marcha de Juan Carlos I, cuyo paradero se desconoce diez días después. El 8 de julio, cuando las informaciones sobre las irregularidades de Juan Carlos I empezaron a aflorar con fuerza en la prensa, el presidente se abrió a revisar la inviolabilidad del Monarca, tras calificar de “inquietantes” y “perturbadoras” esas noticias. “Yo creo que claramente es uno de los preceptos sobre el que todos deberíamos reflexionar y ver qué solución le damos”, dijo Sánchez sobre la inmunidad del Rey en una entrevista en eldiario.es e Infolibre. “Evidentemente, la Constitución española tiene que evolucionar conforme a las exigencias de ejemplaridad y conducta política de las sociedades”, remachó el jefe del Ejecutivo. El PSOE también apoyó en 2018 en el Congreso la propuesta de Unidas Podemos para despenalizar las injurias a la Corona, que no se llegó a aprobar porque se disolvieron las Cortes. Pero ahora el contexto es otro y fuentes de La Moncloa califican las iniciativas de Podemos como meros “fuegos de artificio”.
En el PSOE no hay una voz única, y algunos, como el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, o el diputado Odón Elorza, han defendido cambios en el estatuto de la jefatura del Estado. Pero de momento las aguas bajan calmadas ante la crisis monárquica.