Cuando en la historia falangista se habla de hermanos, inmediatamente y no sin motivos, se hace referencia a los hermanos García-Noblejas o a los hermanos Aznar. Ambas familias, con numerosos hermanos, han pasado a la “historia azul” por su muestra de valentía, coraje ante la muerte y final trágico de la mayoría de sus componentes. Pero no son los únicos hermanos que merecen un lugar de honor en nuestra historia, hay más, aunque desconocidos y una de esas “escuadras de heroicos hermanos” es la de los hermanos Basterrechea Azcue. –Enrique Cangas Jefe de La Falange de Gijón-.
Los hermanos falangistas Basterrechea Azcue
Aunque de apellidos y origen vasco, los hermanos Tomás, Pablo, Luis, Josechu e Ignacio Basterrechea Azcue eran asturianos y eran falangistas. Todos menos Ignacio (que por su corta edad no pudo serlo), fueron miembros de la Vieja Guardia gijonesa. Tomás, Pablo y Luis fueron asesinados por los milicianos en los primeros días posteriores al alzamiento. Jose María (Josechu) fue detenido y encarcelado consiguiendo, tras peripecias sin fin, salvar la vida. Ignacio murió en el frente con tan solo dieciséis años.
El padre de los Basterrechea Azcue, Tomás Basterrechea Arbeloa, murió durante la dominación roja marcado por el dolor del trágico final de sus hijos. La madre, Gloria Azcue, sobrevivió con Josechu y sus hermanas. Hablar de los hermanos Basterrechea es hablar de la historia de la «Vieja Guardia gijonesa», ya que a pesar de su corta edad, todos los hermanos militan desde sus comienzos en la Falange asturiana bajo el mando del Jefe local de Gijón, Enrique Cangas, y lo hacen encuadrados en la Primera Línea.
Militantes de la Falange gijonesa: Hermanos Basterrechea Estirpe gloriosa de la Falange Asturiana
Juntos o por separado, están presentes en prácticamente todas las acciones y enfrentamientos protagonizados por la Falange gijonesa. Y es que literalmente, no se perdieron un solo reparto de mamporros y bofetadas en la calle Corrida y alrededores y ello les hizo ser detenidos en numerosas ocasiones, ser objeto de ataques por parte de los elementos frentepopulistas y figurar como objetivo preferente de los mismos, lo que posteriormente les llevó a la muerte cuando ya no se pudieron defender, al igual que les sucedió a muchos de sus camaradas.
El 18 de julio del 1936 Pablo, Tomás y Josechu estaban presos en la cárcel de Gijón, cuando el día 20 dos compañías que salen del cuartel de Simancas proclaman el Estado de Guerra, son liberados e inmediatamente destinados para combatir en la torre de San Lorenzo. Los combates en Gijón son de enorme virulencia y las tropas se ven obligadas a replegarse al cuartel de Simancas (arrasado posteriormente), quedando aislados en su puesto de combate los defensores de la torre de San Lorenzo, que es tomada al poco tiempo por los milicianos.
Josechu, herido en una pierna, es trasladado a un hospital y los milicianos detienen y encarcelan a Pablo y a Tomás en la Iglesia-Residencia de los Jesuitas, que había sido convertida en prisión. Días después son trasladados a la parroquia de San José, que también había sido convertida en prisión. El 14 de agosto y como represalia por un bombardeo nacional sobre la ciudad, la cárcel de San José fue asaltada por una turba de milicianos y milicianas que llevaron a cabo una saca con el resultado de cerca de un centenar de fusilados.
Los asesinatos de los hermanos Basterrechea
Entre los fusilados se encontraban Tomás y Pablo Basterrechea que cayeron junto a otros camaradas, como Alberto Paquet Cangas y Ramón Galarza. Luis Basterrechea precedió en la muerte a sus hermanos. Había luchado en el cuartel de la Guardia Civil. Y tras su caída consiguió ocultarse junto a otros camaradas. Aunque fueron descubiertos y el 27 de julio fue fusilado contra las tapias de la CAMPSA de Gijón.
El destino de Ignacio quedó marcado por el asesinato de sus hermanos, liberado Gijón y con 15 años, se alistó a una unidad de voluntarios falangistas, pero dada su corta edad no consiguió poder ir al frente inmediatamente como pretendía, aunque gracias al “tesón Barrenechea” acabó consiguiéndolo y con 16 años murió de un tiro en la frente luchando con la Bandera de Falange de Marruecos.
Hermanos Basterrechea – Estirpe gloriosa de la Falange Asturiana
Josechu, tras haber sido trasladado al hospital por tener la pierna quebrada, fue juzgado y condenado a trabajos forzados. Estuvo al borde de la muerte durante todo su cautiverio. Aunque, milagrosamente, consiguió sobrevivir. Y reunirse con su madre y resto de hermanos sobrevivientes al ser liberada Asturias. A partir de ahora los heroicos Basterrechea. Olvidados en la historia azul. Ya figuran entre las más destacadas “escuadras de hermanos” de la Falange Española.
Hermanos Basterrechea Azcue
¡¡¡PRESENTES!!!
Foto de José María Basterrechea Azcue “Josechu”. Del archivo de los Guardianes de la Memoria Azul.
