Los agricultores españoles desesperados por la actual sequía, alertan de que se enfrentan a una «pérdida total de la campaña».
Por otro lado, el Gobierno socialista y comunista de Pedro Sánchez está destruyendo embalses para garantizar que los ríos fluyan libremente y los peces puedan circular sin obstáculos.
Pedro Sánchez destruyó más de 100 presas por la Agenda 2030
El Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez demolió 108 presas y azudes como parte de las medidas de la satánica Agenda 2030. Con los precios de los alimentos ya desbocados, los agricultores alertan de que la situación puede ser aún más catastrófica si no disponen de agua embalsada para poder regar.
España tiene una actual sequía desde hace décadas
España se encuentra en sequía meteorológica de larga duración. Un 15% de la península está en situación de emergencia y un 28,4% en nivel de alerta y prealerta.
La situación no parece que vaya a mejorar en lo que resta del mes de abril de este año 2023, que lleva camino de convertirse en el más seco desde que existen registros, desde el año 1961.
Los agricultores españoles en una quiebra técnica
La situación es dramática para España y para los españoles según la organización agraria UPA, porque la mayoría de las explotaciones agrarias y ganaderas se encuentran en «quiebra técnica» con una «pérdida total de la campaña».
Los agricultores de la cuenca del Guadalquivir que puedan, comenzarán a regar para salvar lo que se pueda con apenas 385 hectómetros cúbicos, una cantidad de agua a todas luces insuficiente.
Pedro Sánchez destruye los embalses en España
En este escenario de sequía, el Gobierno socialista y comunista de Pedro Sánchez presume de liderar la destrucción de embalses en Europa.
Según datos del propio Ministerio para la Transición Ecológica, España fue en el pasado año 2021 el país de Europa que más presas eliminó: 108, casi la mitad de los 239 desmantelados en el continente.
El último que ha ordenado demoler, a pesar de la oposición de los vecinos, es el pequeño embalse de Valdecaballeros (Extremadura) que, con una capacidad de 13 hectómetros cúbicos, abastece a varios pueblos de la zona.
La presa de Yecla de Yeltes (Salamanca) ya es historia, al igual que la Presa do Inferno (Pontevedra) y la presa Hozseca (Guadalajara). La presa de Los Toranes (Teruel) se salvó gracias a la lucha de los vecinos de la zona, que reivindicaron su importancia en el aporte de agua para el regadío, la lucha contra incendios y su atractivo turístico. Finalmente, la presa se salvó de la demolición porque la diputación de Teruel la declaró patrimonio cultural aragonés.