El juez Emilio Calatayud, conocido por sus sentencias ejemplarizantes -ha condenado a numerosos jóvenes a estudiar, dibujar un cómic, limpiar la calle o vivir sin móvil- ha criticado el proyecto ministerial que permitirá a los alumnos obtener el título de ESO con dos asignaturas suspensas.
La Gaceta / «¿Por qué no hacemos lo mismo con las carreras universitarias? ¿O con la formación profesional? ¿Usted se dejaría operar por un cirujano que hubiese conseguido el título a pesar de suspender dos asignaturas en Medicina? Yo me lo pensaría…», señala en su blog el juez Calatayud.
En un post anterior, dice que «no le parece que la iniciativa sirva para fomentar el esfuerzo, el trabajo y el mérito». ¿Por qué se pone el límite de dos suspensos? ¿Por qué no cuatro o cinco? ¿Qué más da? Cuando era chico, un suspenso era un suspenso. Y ahora queremos que sea un aprobado, lo cual no puede ser y además es imposible», escribe antes de «recomendar» a los profesores que «obren en conciencia y suspendan a quienes lo merezcan». «Y luego, si el ministerio o la delegación de Educación quieren, que los aprueben ellos «administrativamente»», finaliza.
Cabe señalar que la reforma permitirá a los alumnos de 16 años obtener el título y pasar de curso con hasta dos asignaturas suspensas -siempre que no sean Matemáticas y Lengua a la vez- y una media inferior a cinco. Tampoco será necesario aprobar la reválida, ideada con el objetivo de elevar el grado de excelencia de los estudiantes, y que el Gobierno vació de validez académica.
La anterior regulación, la LOE de José Luis Rodríguez Zapatero 2006, establecía que obtendrían el graduado en Secundaria Obligatoria aquellos que «hayan finalizado el curso con evaluación negativa en una o dos materias, y excepcionalmente en tres, siempre que el equipo docente considere que la naturaleza y el peso de las mismas en el conjunto de la etapa no les ha impedido alcanzar las competencias básicas y los objetivos de la etapa».
Este «igualitarismo» por debajo ha traído consecuencias negativas al sistema educativo, según denunció José Manuel Lacasa, uno de los principales expertos españoles de educación y director del Instituto F de Investigación Educativa. «A menos exigencia, mayor fracaso educativo. Si para lograr la igualdad se baja el nivel, sólo conseguiremos perder el tiempo y formar ciudadanos poco preparados, señaló Lacasa, antes de denunciar que «tratar de igualar a todos los alumnos, haciendo que los más trabajadores e inteligentes no den de sí todo lo que pueden, es cometer con ellos una gran injusticia y no beneficia a nadie».
