María Carmen Perranquería, dependienta en una mercería de Plasencia, ha detectado esta mañana una estructura subatómica formada por cuatro quarks a la que ha llamado provisionalmente “puntito negro”. El hallazgo se ha producido “al ponerme yo las gafas de ver de cerca, que sin ellas no veo tres en un burro”.
Ubicada entre los neutrinos y los bajos del sofá, la partícula podría ser resultado de una interacción de dos quarks, un fenómeno conocido como “molécula de hadrones” cuya existencia se presupone en el mundo subatómico pero nunca había sido observado de forma concluyente y mucho menos en la provincia de Cáceres.
Confundida inicialmente con una “manchita de roña” menor que el átomo, los expertos no descartan que se trate de una nueva forma de materia que explicaría el comportamiento de las partículas elementales en la zona esa de detrás de la puerta en la que siempre se acumulan pelusas.
“No sé si es por la corriente o qué, pero yo ya puedo barrer el suelo dos veces al día que siempre hay pelusas aquí. A ver que me lo expliquen a nivel de átomo”, declaraba María Carmen a los medios esta mañana, admitiendo que “yo de física solo sé lo elemental: frenar, acelerar y el centrifugado”.
Varios científicos se han desplazado al domicilio de la mujer para analizar la nueva partícula subatómica también con gafas de ver de cerca, pero las observaciones han tenido que interrumpirse a las pocas horas “porque ha pasado el perro zumbando y ha movido la partícula, que creo que se ha metido debajo de la nevera. Y cualquiera la levanta, que está a reventar con toda la compra de la semana”, ha explicado Perranquería.
El descubrimiento ha atraído a muchos curiosos a casa de la dependienta, que ha sacado unas cervezas “para los físicos solamente, los demás que se las traigan ellos”.
María Carmen ha expresado su temor de que algún vecino le robe la partícula, así que ha pedido que se limite la entrada “a los estudiosos, no a los que vengan aquí a cotillear y a ver cómo tengo la casa”. elmundotoday.