Los aprietos de Podemos con sus cuentas no se limitan a la Agencia Tributaria y la opinión pública española. En su tierra natal, en la Venezuela de Chávez y Maduro, los ingresos de sus dirigentes también les están poniendo en un aprieto.
El Mundo / El principal diario opositor, El Nacional, abría su edición de ayer con una información sobre las relaciones económicas entre Caracas y Podemos. Destacaba los cálculos hechos por el partido opositor Copei, que estima que el régimen chavista ha llegado a gastar «más de 10 millones de euros» entre pagos y gastos a la cúpula de la formación. Copei presentó hace unos días en la embajada de España en Caracas una denuncia por financiación ilegal del Gobierno venezolano a Podemos.
El diario apunta a que la principal vía de financiación ha sido la Fundación Centro de Estudios Políticos y Sociales (CEPS), a través de la cual sus miembros -entre los que están Iglesias, Errejón y Alegre- recibieron del Gobierno venezolano entre 2004 y 2012 al menos 3,9 millones de dólares (casi 3,5 millones de euros al cambio actual) por pagos de asesorías y un premio. En ese periodo entran 52 solicitudes distintas de CEPS al organismo encargado de los pagos en divisas.
Unas cifras muy elevadas
El periódico resalta lo elevado de las cifras pagada a la Fundación: tres veces más que lo concedido a, por ejemplo, «la Fundación Sistema Nacional de Orquestas, a la de Museos Nacionales, a la del teatro Teresa Carreño, a la Cinemateca Nacional y a la Villa del Cine. Todas juntas».
La CEPS, entre cuyos objetivos estaba ofrecer «cooperación y ayuda en los países en vías de desarrollo, especialmente en Hispanoamérica», estableció una oficina en Caracas en noviembre de 2002. A partir de entonces, explica El Nacional, la fundación «comenzó una larga historia de servicios de asesoría a varios entes gubernamentales, incluyendo el Despacho de la Presidencia […] Uno de los involucrados en las actividades fue Pablo Iglesias, miembro del patronato de la CEPS desde 2008». Iglesias fue «responsable de la unidad de análisis estratégico de la presidencia de Venezuela» e impartió «cursos para funcionarios del Ministerio del Interior y Justicia».
Además del secretario general, otro dirigente de Podemos, Íñigo Errejón, «encabezó una misión de observadores electorales que registró la fundación ante el Consejo Nacional Electoral para el referendo revocatorio de 2004». También trabajó en el llamado Grupo de Investigación Social Siglo XXI, creada por el actual ministro de Energía Eléctrica, Jesse Chacón.
En cuanto a Juan Carlos Monedero, llegó a despachar desde el mismo Palacio presidencial de Miraflores, según confirma al diario venezolano el ex ministro de Industria Víctor Álvarez. En 2005 se le asignó otra tarea en la fundación Centro Internacional Miranda (CIM), una especie de think tank financiado con dinero público con la tarea de formar y aconsejar académicamente a funcionarios del Gobierno y defender la ideología del proceso dentro y fuera del país.
El diario concluye su información explicando que Monedero cobró por dirigir el Programa de Formación Socialista Sociopolítica. En las cuentas de la CIM de 2008 y 2010 aparece Monedero como «unidad ejecutora o responsable» de tres pagos por valor de 3,4 millones de dólares (tres millones de euros).
Los fondos a dirigentes de Podemos podían llegar por muchas vías: su portavoz, Luis Alegre, «ganó en 2010 el premio Libertador al Pensamiento Crítico, otorgado por el Ministerio de la Cultura y que entrega 150.000 dólares».