La mayoría de los casos son leves, pero suficientemente preocupantes como para no dejarlo pasar. Como Rosana, a la que su novio controlaba, no la dejaba salir con otros amigos, la separaba de sus amigas, elegía la ropa que se ponía.
20 Minutos / Ella no lo denunció, se dio cuenta y a los seis meses le dejó. Pero muchas otras necesitan ayuda. Ahora mismo hay más de 500 chicas de entre 14 y 17 protegidas.
A más de ciento ochenta las fuerzas de seguridad las llaman periódicamente para ver cómo están, treinta y seis reciben visitas policiales mensuales y tienen teleasistencia, e incluso una tiene un alto riesgo de ser agredida, y hasta se le ha recomendado que se traslade a un centro de acogida.
La psicóloga experta en violencia de género Victoria Romero explica que en estas edades la violencia empieza con el control del móvil: «Ellas entienden que las controla porque las quiere, porque no quiere perderlas. Pero eso no es así, quien te quiere te deja libertad para ser tú misma». La buena noticia es que cada vez más chicas son conscientes del problema y denuncian más.