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Las políticas neoliberales siguen sin dar sus frutos. Tres años después de la reforma laboral, que se vendió como una gran herramienta para rejustar el “mercado de trabajo” ha fracasado. es más, fracasó antes de comenzar su andadura, porque partía del error (o la mala fe) de descargar sobre las espaldas de los trabajadores la pesada carga de la reactivación económica.
Los trabajadores españoles (al menos los que han conseguido conservar su empleo) han sufrido congelación y recortes salariales. Han visto empeoradas sus condiciones de trabajo, y han padecido una brutal subida de impuestos que ha repercutido directamente sobre la calidad de vida de las familias españolas.
Por ello los falangistas, que ya avisábamos de este gran fraude, volvemos a recordar que la única vía para mejorar las condiciones de vida del pueblo español pasan por reorganizar la fiscalidad general del Estado, pero también, y sobre todo, eliminar los artificiosos niveles administrativos, y todos sus tentáculos. Un país con menor gasto público se puede permitir hacer políticas sociales más agresivas incluso pagando menos impuestos. Pero todas estas reformas no valdrían de nada en un contexto como el actual, donde la gran masa de españoles trabaja para sostener el elevado tren de vida de políticos, banqueros y grandes industriales.
Información ofrecida por Falange Española de las JONS.
