El Consejo General de la formación política Ciudadanos ha dado luz verde este sábado en la ciudad de Barcelona a los documentos base del próximo congreso del partido, el cuarto de su historia, que se celebrará en febrero en Madrid. Con treinta y cuatro votos a favor, cinco en contra y dos abstenciones, el máximo órgano entre congresos de la formación naranja ha aprobado la ponencia de valores en la que se abandona la alusión al «centro-izquierda» y al «socialismo democrático» y se define al partido como «constitucionalista, liberal, demócrata y progresista».
LD / Por otro lado, el sector socialdemócrata, inspirado en las ideas de Francesc de Carreras, uno de los fundadores del partido, ha estado a punto de cambiar las tornas al inicio de la reunión al presentar una enmienda a la totalidad que ha sido rechazada por únicamente tres votos de diferencia en una votación secreta. Un hecho que puede augurar una batalla de cara al congreso del partido naranja de principios del año 2017.
Además, la ponencia de estrategia ha sido aprobada por asentimiento con dos leves modificaciones en su texto, y la de estatutos, que sólo ha recibido un voto en contra y cuatro abstenciones.
A la reunión del Consejo General ha asistido la Ejecutiva del partido, aunque sin derecho a voto salvo aquellos miembros, como el propio Albert Rivera, que también forman parte del Consejo General.
A partir de este lunes, las tres ponencias quedan abiertas a un proceso de enmiendas por parte de la militancia, en el que podría ser particularmente activa la plataforma TranC´sparencia, descontenta con varios aspectos organizativos, y con el hecho de que sea una semana antes del congreso cuando se vote, de manera telemática, al presidente del partido y su ejecutiva, en un sistema de lista plancha abierto a toda la militancia.
Gobernar a partir de 2019
Además de la definición ideológica, el equipo de Rivera defiende en estos textos la posibilidad de entrar en gobiernos municipales y autonómicos a partir de las elecciones de 2019, algo vetado hasta ahora en los procesos de pactos que han posibilitado la gobernabilidad en comunidades como Madrid o Andalucía. En cuanto a los estatutos, se endurecen extraordinariamente los motivos por los que un dirigente puede ser expulsado de la organización. Entre otras, se considera una falta muy grave «las manifestaciones públicas que menoscaben el buen nombre del partido o de sus afiliados, así como la creación o participación en corrientes de opinión que sean contrarias a los intereses del partido en su conjunto».
Este pasado viernes, durante una visita a Valencia, Albert Rivera retaba a los críticos a presentarse para liderar el partido, algo que muy probablemente no harán al no tener ninguna posibilidad de éxito. Para concurrir a las primarias no son necesarios avales.