La joven de 32 años ha fallecido una semana después de haber abortado a su hijo en el centro Los Lagos de Santa Cruz de Bezana, en Cantabria.
La Gaceta / Según ha informado el Diario Montañés, el director del centro, Sergio Muñoz, ha explicado que “no hubo complicación ni quirúrgica ni anestésica. De hecho, al terminar salió hablando con el personal, pero cuando estaba en la sala de recuperación entró en parada, dejó de respirar“.
Por su parte, el gerente del centro, Julián Pérez, ha señalado que “la ambulancia tardó 9 minutos en llegar. El equipo de emergencias procedió a la reanimación de la joven, que pareció que se recuperaba, pero cuando estaban de camino a Urgencias de Valdecilla, sufrió otra parada; aunque se hicieron las maniobras cardiorrespiratorias durante tres cuartos de hora, ingresó muy grave en la Unidad de Cuidados Intensivos, donde falleció poco después”. “El riesgo sanitario, por pequeño que sea, está presente en todo procedimiento”, ha concluido.
El director del centro ha defendido que “no ha habido complicaciones ni por parte del ginecólogo ni del anestesista. No se sabe el motivo que ha desencadenado la muerte de la paciente». «Será la autopsia la que nos saque de dudas, yo soy el primer interesado en conocer las causas, aunque a veces no se encuentran”, ha concluido.
La autopsia judicial será la que determine si la muerte de la mujer se debe a problemas de salud o si por el contrario ha habido mala praxis. Cabe destacar que el centro concertado Los Lagos mantiene un acuerdo marco con el Servicio Cántabro de Salud, que se ha remitido al centro limitando su relación a la parte administrativa.