Una madre soltera de 21 años y su bebé de cuatro meses, desahuciados
Aguantó hasta febrero y ya no pudo pagar más. Fue entonces cuando Lidia Fernández se vio incapaz de seguir haciendo frente a las cuotas del alquiler. Se inició la cuenta atrás para un desahucio que se ha hecho oficial esta mañana, cuando la joven de 21 años ha pasado por el juzgado a entregar las llaves del piso del barrio de El Cristo en el que vivía. Lo ha hecho con su hija de cuatro meses, con la que comparte ahora una habitación en el albergue para personas sin techo Cano Mata, en San Lázaro.
La Voz de Asturias / «No tengo más opción que quedarme aquí», lamenta Lidia Fernández, que es madre soltera y no tiene contacto con sus familiares. La llegada al espacio para transeúntes, además, ha tenido complicaciones añadidas. «Me han dicho que aquí solo puedo tener lo imprescindible y que me tengo que hacer de la mayor parte de sus cosas», cuenta la joven.
Y aunque en estos momentos ha iniciado trámites para acceder a una vivienda pública de momento no ha conseguido ningún avance ni contempla salir del albergue en el corto plazo: «Mi asistenta social me ha dicho que tardaría un tiempo en obtener respuesta». Una espera que se alarga en todo aquello que respecta al salario social, del que está esperando resolución y que plantea combinar con una ayuda extra de cien euros mensuales para el alquiler. Esta última subvención, no obstante, es incompatible con la que es actualmente su única fuente de ingresos. Una ayuda de emergencia de 560 euros mensuales.
Esperanzas de encontrar trabajo
Pese a todo, Lidia Fernández se muestra optimista y cree que podría encontrar un trabajo que le permita salir adelante con su hija. Pero primero necesita arreglarse para poder buscarlo. Por eso ha solicitado ayuda para encontrar una plaza en una guardería en la que poder dejar a su bebé, que debido a su corta edad necesita atenciones constantes. Encontrar un espacio en el que puedan hacerse cargo de ellas durante unas horas pasa por ser una las soluciones a la dramática situación que viven madre e hija.
Por el momento las afectadas siguen el asesoramiento de los servicios sociales, que no ha dado frutos hasta ahora y están también en contacto con los miembros de la plataforma antidesahucios de Oviedo. Mientras espera un apoyo que pueda darle un empujón a su situación, Lidia Fernández sigue afrontando en solitario la crianza de su bebé con las ayudas que percibe.