Cada día oímos hablar de una nueva dieta extrema con la que podremos adelgazar esos kilitos de más en apenas cinco días, comiendo un alimento determinado o haciendo una plegaria en arameo mientras tomamos infusiones de una planta tibetana.
El Confidencial / Pero muchas personas prueban todo tipo de dietas y no consiguen adelgazar. A veces el fallo reside en la falta de constancia, en que cada organismo reacciona de una forma diferente ante los cambios de alimentación o que continuamos llevando una vida sedentaria cuando es fundamental acompañar tal régimen de equis abdominales diarios.
Lo que es seguro es que cambiar nuestra alimentación por una saludable o basada en productos especiales pone en peligro nuestro bolsillo. El profesor Satchin Panda partió de esta idea para estudiar cómo podríamos adelgazar sin necesidad de gastarnos dinero de más en modificar nuestros hábitos alimenticios y comer lo que exigen las dietas sanas.
Cuándo comemos es tan importante para la salud como lo que comemos
Bajo la idea de que “muchas personas no tienen acceso a una alimentación sana” –porque la comida sana y ecológica suele ser más cara–, analizó que acostumbrando a nuestro organismo a unos horarios de comidas estrictos era posible adelgazar.
La investigación llevada a cabo en el Instituto Salk en California llegó a la conclusión de que limitando nuestros tiempos para comer a 8 horas y no haciéndolo nunca después de las 4 de la tarde, acostumbramos a nuestro cuerpo a predecir los momentos de ingesta y estar mejor preparado para quemar las calorías justo en esos horarios.
Come lo que quieras pero no cuando quieras
Como se suele decir, “lo único que no engorda es lo que se queda en el plato”. Pues ya podemos rebañar. La investigación publicada en la revista Cell Metabolism marca exactamente el tiempo durante el que sí podemos comer y adelgazar.
Podemos adelgazar limitando nuestros tiempos para comer a 8 horas y no haciéndolo nunca después de las 4 de la tarde
“Cuándo comemos es tan importante para la salud como lo que comemos”, asegura el doctor Panda. Limitar nuestra alimentación a 8 horas al día y no merendar ni comer por la noche, podría ayudarnos a bajar de peso. “Ni siquiera importa si comes alimentos grasos o azucarados”, comenta Ben Spencer en el Daily Mail, el límite de las 8 horas para comer ayuda al cuerpo a deshacerse de los daños que pueda causar una dieta poco saludable.
Así es, según este estudio podemos comer lo que queramos, sin planes verdes o estrictos regímenes de alimentos saludables. Tan sólo necesitamos restringirnos a unos tiempos de alimentación regulares para ayudar a nuestro organismo a quemar calorías con más facilidad.
Regular los horarios de comida quema calorías
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de científicos llevó a cabo una investigación con dos grupos de ratones a los que dieron una dieta alta en grasas con la misma cantidad de calorías, sólo que a uno le dieron de comer sólo entre las 9 y las 5 de la tarde, y al otro durante todo el día.
Aquellos a los que limitaron sus horas de ingesta a 8 o 9 horas redujeron su peso corporal hasta en un 5% en apenas unos días sin necesidad de quitarse calorías.
Tras analizar el comportamiento de los dos grupos de roedores, los científicos averiguaron que tener unos tiempos de comida regulares permite al organismo predecir cuándo va a comer de tal forma que sincroniza el sistema digestivo preparándolo para procesar los alimentos.
Ni siquiera importa si comes alimentos grasos o azucarados
Además, se mejora el equilibrio de las bacterias que se encuentran en el intestino y que controlan el metabolismo, regulando nuestro peso y reduciendo esos kilos de más.
Un organismo con horarios, un organismo saludable
Además de sus propiedades adelgazantes y de mejora del metabolismo, encontraron que “los animales alimentados dentro de un margen de ocho a doce horas tenían más beneficios saludables en su organismo que aquellos a los que se les permitió comer la misma cantidad de calorías en cualquier momento.
“El régimen podría revertir la obesidad y reducir el riesgo de diabetes tipo 2” explica el profesor Panda. Estos efectos protectores y saludables para el organismo, se mantuvieron incluso cuando se permitió a los ratones alimentarse sin restricciones durante el fin de semana, por lo que sus beneficios podrían mantenerse en el tiempo sin alterarse.
