El bebé, Jess Kerr, nació con el síndrome de Patau. Esta enfermedad hace que se olvide de respirar y se vuelve de un color azul.
Al parecer, según unos estudios realizados, esta enfermedad afecta a 29000 bebés y se calcula que solo suelen tener una semana de vida. Pero Jess Kerr es una excepción ya que, gracias a la dedicación de sus padres, el bebé ya ha cumplido un año.
Los padres, Simon y Melanie, están las 24 horas del día pendientes de su hija, pero la niña olvida respirar cinco veces al día, teniendo que darle a su hija “el beso de la vida”.
Simon y Melanie sabían que su hija venía con la enfermedad pero aun así decidieron tenerla, demostrando que la vida es lo más importante.