Por Carlos León Roch para elmunicipio.es
“No somos ni de derecha ni de izquierdas…” Frase repetida por dirigentes de Podemos, esa formación que ha irrumpido en la vida política produciendo perplejidad, descalabro y terror entre la casta que ha ostentado -hasta ahora- la exclusividad en la política española desde la llamada “Transición”. Considerada como segunda o primera opción política ante las próximas elecciones, sus dirigentes, ausentes en los grandes asuntos corruptos que han enlodado a la derecha y a la izquierda, a los empresarios y a los sindicatos, a los del norte y a los del sur, este grupo, de apariencia “transversal” ha venido a imprimir un alarmante giro al bipartidismo ”sumisamente imperante”.
Los falangistas perseverantes, aherrojados por la impresionante y evocadora “marcha sobre Roma “ del nuevo partido, hemos sido parcialmente abducidos por algunas declaraciones, como la mencionada, por la juventud de sus dirigentes, por el “descaro” en sus manifestaciones y por muchos de sus planteamiento políticos y sociales expuestos. Y ese “encandilamiento” recuerda a los que, en la primera transición, se pasaron, “con armas y bagajes” a las filas de las extintas AP y UCD, repletas-entonces- de excamaradas…
Pero, si bien es absolutamente cierto la existencia de similitudes y paralelismos, las divergencias y los antagonismos no son menos evidentes. La supuesta similitud Falange & Podemos quiebra ya, en su inicial planteamiento, por una cuestión que está marginada entre nosotros mismos, pero que constituye una de las esencias de la Falange: el estilo.
Y resulta que el “estilo” es difícilmente explicable, pero resulta evidente entre las relaciones de los falangistas, sean de la tendencia que sean.
Desde hace exactamente 40 años muchos jóvenes camaradas de entonces y veteranos perseverantes de ahora, llevamos en nuestras “mochilas” el librito de Sigfredo “ Ética y Estilo”, breviario doctrinal más dirigido al “ser” falangista que al “estar” falangista. Alejado de las lícitas discrepancias coyunturales, retratan la imagen ideal del “falangista ausente”; del Falangista Sin Falange; de los múltiples falangistas encuadrados en otras “múltiples” organizaciones; del falangista idealizado en el Doncél…
Nada de eso está en Podemos, inmersos en la praxis y ajenos –cuando no irreductibles enemigos- de cualquier supremacía espiritual.
Junto a esa cuestión, absolutamente básica, reconocemos semejanzas / discrepancias importantes:
Salario mínimo y máximo
Semejanza.- Consideramos que el salario máximo no debe superar al resultado de multiplicar por 4 el salario mínimo interprofesional.
Prohibición de despidos en empresas rentables.
Semejanza.- Ni los despidos ni el cierre empresarial serán permitidos sin estricta justificación.
Discrepancia: Pensamos que ni la huelga ni el despido tienen sentido en la Empresa NacionalSindicalista.
Jubilación a los 60años.
Discrepancia: El aumento de la vida útil hace negativa para la productividad el retiro tan temprano. Solo cuando ésta sea competitiva se podrá ir reduciendo.
Los trabajadores participarán en los Consejos de Administración.
Semejanza: ¡NATURALMENTE!. Y aún mucho más allá: SOLO los trabajadores (en el amplio sentido del término) formarán los Consejos de Administración, ya que ellos serán los propietarios de la Empresa (individual, familiar, municipal, sindical, estatal…).El resto de los elementos necesarios para la producción (capital, «tierra”, innovación, etc) tendrá todo el derecho a una justa remuneración, pero no a la propiedad de la empresa.
Existencia de una banca pública
Semejanza: Creemos en la nacionalización de los servicios de crédito, aunque respetamos la coexistencia con la banca privada.
Nacionalización de los Servicios públicos esenciales.
Semejanza: Esos Servicios (Electricidad, precios agrícolas, defensa, energía…) habrían de estar controladas por el Estado.
Expropiación de latifundios
Semejanza: Se expropiarán si no cumplen su labor social.
Discrepancia: Los latifundios son una “unidad de producción” necesaria para determinadas cuestiones. Se respetarán cuando la propiedad cumpla esos objetivos.
Aumento de impuestos.
Discrepancia: Entendemos que la fiscalidad actual es confiscatoria, superior al 60% entre impuestos directos e indirectos. Hay que reducir los gastos corrientes, especialmente los correspondientes a cargos políticos no ejecutivos.
Eliminación de la enseñanza concertada.
Semejanza: La educación obligatoria, básica, es competencia del Estado.
Discrepancia: La educación privada será consentida, aunque sus enseñanzas habrán de ser revalidada.
Igualdad en la Enseñanza Superior.
Semejanza: Consideramos que la enseñanza superior pública debe ser gratuita para todos, becados y no becados. Se permitirá la enseñanza privada , no subvencionada, que deberá revalidarse ante organismos públicos.
Discrepancia: Consideramos que esta enseñanza, si es a cargo de organismos públicos, deberá estar limitada a los mejores, sean ricos o pobres.
Defensa Nacional
Propician la salida de la OTAN y la disminución del presupuesto específico.
Discrepancia: Consideramos necesario unas FFAA lo suficientemente dotadas como para asegurar la integridad nacional y colaborar que naciones afines.
También consideramos que debe recuperarse unas FFAA nacionales y populares.
“Democratización de la Jefatura del Estado”
Semejanza: coincidimos en que la forma de estado debe ser una republica.
Discrepancia: Entendemos que la república deberá ser de tipo presidencialista.
Incompatibilidad de cargo público y remuneración privada.
Semejanza: Sostenemos el mismo criterio.
Discrepancia: Los cargos públicos ejecutivos tendrán la remuneración que “otros” órganos les asignen. Los cargos representativos no tendrán retribución; solamente se les compensará por sus gastos.
Igualdad de los IGTBY
Discrepancia: Consideramos que las desviaciones de la normalidad sexual son respetables en el ámbito privado. La familia, formada por varón, hembra e hijos es el modelo propiciado.
Aborto y eutanasia
Discrepancia: La defensa de la vida del No Nacido hasta su fin natural es reconocido . no como “cuestión de conciencia” sino como cuestión de biología. Y además de considerar el aborto como un terrible crimen, está conduciendo a España, y a gran parte del mundo, al llamado desierto demográfico”, con nacimientos muy inferiores a los fallecimientos, con consiguiente y desmesurado envejecimiento de la población.
Cierre de las centrales nucleares, de gas y de carbón.
Semejanza: Se propone también el cierre de las contaminante e improductivas minas de carbón, que quedarían como reserva energética.
Discrepancia: la construcción y mantenimiento de las centrales nucleares deben propiciarse, junto al desarrollo e investigación complementaria de fuentes de energía “limpia”.
“Podemos” no desarrolla públicamente su criterio sobre España como nación. Los falangistas la consideramos, junto a la “persona” como la base de nuestra actividad pública. Pero no quedamos en ella como fin del desarrollo de la humanidad. Aspiramos a una Europa políticamente unida y una Hispanoamérica también unida, en la que España actúe como puente político, económico y social.
Dado el hecho de que “Podemos”, surgida del arroyo de la izquierda radical, en unos pocos meses ha logrado convertirse en una gran fuerza, al menos en perspectivas, ¿Por qué no nos podemos creer que, en cualquier momento, los falangistas, encontremos ese “sereno hueco de atención pública” que nos permita conectar con los que nos ignoran o nos odian, sin conocernos?
Siempre la Patria y la Esperanza.
Carlos León Roch
Sin palabras. Se puede decir más alto, pero no más claro.
Yo añadiría nuestra discrepancia con:
-El fin de la política anti-terrorista.
-El reconocimiento del insidioso «derecho a decidir»: el nacional-sindicalismo no admite los separatismos que quebranten la unidad nacional.
-La laicidad estatal: la Iglesia y el Estado nacional-sindicalista deben estar separados, pero éste último fundamentará sus políticas públicas en los valores morales que nacen de la interpretación católica de la sociedad.
-Política migratoria: el falangismo abomina de la xenofobia inhumana de la que adolecen los partidos de derechas y de extrema derecha, pero la solución no está en una política de fronteras abiertas.
-Reparto de competencias territoriales: el Estado de las Autonomías es una sangría económica para España, pero la alternativa no es la creación de un Estado confederal, sino recentralizarlo para luego proyectar una descentralización económica y administrativa a escala municipal.
Como señaláis ambos, Carlos León Roch y Guillermo Hispánico, es fundamental marcar las diferencias, que no son de forma sino de fondo. Añadiría que abismales, como las que existen entre la materia y el espíritu.
Habrá que seguir profundizando en ellas y dejar bien clara la cuestión para que los cantos de sirena de la demagogia no lleguen a obnubilar incluso a gentes «azules», llevadas quizá de la mejor voluntad. Entre la filosofía falangista auténtica y la marxista hay un abismo, que toma para la primera el nombre de un principio: «el hombre como portador de valores eternos», frente a la totalitaria-materialista que convierte al ser humano en el individuo anónimo de un enjambre y al que podríamos poner también un nombre para compararlas: «el hombre como portador de un estómago».