Todos tienen derecho a la vida
Por Carlos León Roch para El Municipio
Todos tienen derecho a la vida… Así reza el artículo 15 de la Constitución. Y fue un artículo que suscitó un vivo debate en la Comisión de los “padres” de la Constitución, ya que algunos de sus miembros intentaban que los titulares de ese derecho fueran todos «los seres humanos», lo que habría incluido -un debate- a los seres humanos No Nacidos.
Y, por otro lado, los numerosos «animalistas» actuales, podrán acogerse al «todos», al incluir, lícitamente, a todos los animales…
En estos días son frecuentes los comentarios laudatorios sobre la reforma constitucional realizada en Francia, con un amplio consenso de los partidos políticos de todo el arco parlamentario galo.
Nuestros comentaristas se decantan, en general, por alabar una reforma que reafirma la libertad de la mujer para decidir el aborto y, simultáneamente, que esa decisión no sea absoluta, al declarar como otro bien jurídico al Nasciturus, a la vida en formación, por lo que su destrucción debe requerir algunas circunstancias…
También se delimitan el aborto del infanticidio, siendo este último contemplado cuando el feto fuera viable… Pero, resulta que esa «viabilidad» ha evolucionado en supervivencias con el desarrollo de las técnicas médicas. Las técnicas «in vitro» son un horizonte ya próximo…
Todos tienen derecho a la vida
Y es que la diferencia del embrión, de la primera célula del nuevo ser, surgida del puzle genético entre el óvulo y el espermatozoide y el «llorón» Recién Nacido son… nueve meses de embarazo, nueve meses de crecimiento continuo, que comienzan con el cigoto, el cual, ya tiene el código genético de un nuevo ser humano, único y distinto al de su madre y al de su padre. Se multiplica y crece en los primeros días y se le llama «mórula»; y sigue a «blastocito». A partir de la tercera semana de gestación y es un embrión, que ya dispone de todos sus órganos en formación y desarrollo. Y a la décima sema ya es un «feto», alimentado por la sangre materna, a partir de la placenta… Y crece, y crece… hasta el parto.
Desde la fecundación hasta el parto es un lento desarrollo continuado… de un nuevo «ser humano». «Ser humano» que aún no persona jurídica, condición que se adquiere a las 24 hora de vida extrauterina.
¿Quién puede negarle la vida a ese “ser humano”? Por eso, cuando leo en la Constitución «Todos tienen derecho a la vida» imagino a ese minúsculo cigoto humano, creciendo y creciendo, con esperanza.
