Era la medida estrella con la que llegó al Elíseo en 2012. Ahora, François Hollande da marcha atrás al impuestazo del 75% en el IRPF a las rentas altas (más de 1 millón de euros) tras el fiasco recaudatorio obtenido. La retórica de «que paguen los ricos» del presidente galo desató en su momento el pánico entre las rentas más altas del país, que veían como opción más práctica irse al otro lado del Canal. Uno de los caso más sonados fue el de el mítico actor Gerard Depardieu, que decidió mudarse a Bélgica huyendo de la política impositiva de Hollande.
LM / El impuesto fue rechazado por un tribunal, reescrito y, al final, obtuvo una mínima parte de las ganancias proyectadas. El castigo fiscal terminó el pasado miércoles y no será renovado por el Gobierno francés después de que apenas se hayan recaudado 400 millones de euros.
Los ingresos obtenidos con esta iniciativa se estiman en un total de 420 millones de euros de unos 1.000 empleados en 470 empresas, según las estimaciones oficiales. Apenas dos años después, Hollande retira la medida estrella de su programa, eso sí, en pleno secretismo. Una medida, la de ampliar los impuestos a los ricos, que el líder de Podemos estaría pensando en aplicar en España si llegase al Gobierno.
Cuando se anunció la medida, el efecto fue devastador. Los países cercanos a Francia no tardaron en extender la alfombra roja para acoger a los exiliados fiscales por el impuestazo de Hollande. Grandes empresas, actores, deportistas de élite e ilustres personajes de la actualidad francesa abandonaron el país para no pagar el abusivo tipo del 75% en el IRPF, convirtiendo a Francia en un país poco atractivo para el capital.