El PSOE ha sido consecuente con lo que hubiera sido un error de funestas consecuencias. Las encuestas que manejaba Ferraz eran concluyentes: Antonio Miguel Carmona contaba con posibilidades de ser alcalde, pero la candidatura de Tomás Gómez a la Comunidad de Madrid era un “pato cojo”. Pedro Sánchez ha utilizado como excusa los posibles “chisporrotazos” en campaña con la Operación Púnica, que llevó a la detención de José María Fraile, compañero de pupitre de Gómez, concejal de Hacienda cuando Gómez era alcalde de Parla y luego su sustituto en la alcaldía. Incluso lo del tranvía de Parla que acabó costando tres veces lo presupuestado por un recorrido de menos de 5 kilómetros, que él adjudicó como alcalde. En la última semana, el exlíder del PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba se reunió en un café de Madrid con Pedro Sánchez, aunque su agenda era plenamente política, ambos hablaron de la posibilidad de que Gómez fuese imputado en el caso del tranvía de Parla a punto de empezar la campaña para la que quedan solo 100 días.
La Gaceta / En septiembre, Sánchez empezó a ver la inconveniencia de Gómez para las autonómicas de Madrid y lo mismo en la Ejecutiva en la que Gómez participa. El secretario general Sánchez tuvo contactos con Gómez tratando de hacerle ver que su posición como candidato “Invictus” no era del agrado de los encuestados, por lo que procedía un relevo ante su previsible debacle electoral. Gómez se negó en redondo, amparándose en unas primarias que manejó a su antojo. En la segunda ofensiva, Sánchez ofreció a Gómez una dimisión pactada “para no perjudicar al partido». La idea de que Gómez se hundía en las encuestas se extendía sobretodo desde que el diario El País empezó a tratar con toda crudeza el asunto del tranvía de Parla,
El resultado fue un pinchazo en hueso o un “yo de aquí no me muevo”. En ese punto, Sánchez decide – y tal vez se equivoca- que debe disolver la Federación Socialista Madrileña (FSM) para abortar la candidatura de Gómez y nombrar una gestora. La gestora diseñada por Pedro Sánchez retrotrae el partido socialista madrileño a los días en los que fue derrotado por Esperanza Aguirre tras el ‘Tamayazo’. En ella, figurarán personajes políticos que se consideraban «superados» o de otros tiempos como el propio Rafael Simancas o Jaime Lissavetzky
El órdago se administra con torpeza, Sánchez no da la cara y deja hacer a su número dos, César Luena. Y Gómez se enroca y amenaza con acabar en tribunales, con defenderse a su “inmenso error, que tendrá consecuencias desastrosas”. Le apoyan los cargos de su feudo, incluyendo a Antonio Miguel Carmona, candidato a la alcaldía y que ayer seguía apostando sus dos manos al fuego por la honradez de Tomás Gómez.
Carmona estuvo de cuerpo presente en las exequias de su líder regional, pero no le aplaudió como el resto de comparsas, mientras Gómez no cesaba de recordar que le Federación Madrileña apoyó a Sánchez y que –sin ellos- no hubiera alcanzado la secretaria regional.
Sánchez dispone de documentos que adelantan el informe de la Fiscalía de Tribunal de Cuentas sobre el proceso seguido por el Ayuntamiento de Parla en lo que se consideran palmarias irregularidades. La inminencia de ese informe que se emitirá en las próximas semanas, con indicios de delito que apuntan a Gómez, aconsejaban un relevo de éste como candidato.
Al mismo tiempo la UDEF investiga estos mismos hechos por mandato del juzgado número 5 de Parla. Según fuentes de Ferraz, el dinamitado de la cúpula de la FSM “no ha sido gratuito” y ha evitado que “nos pudiéramos encontrar cerca de la campaña –para la que quedan solo 100 días- con un candidato detenido”.
