Miquel Calçada (pasó por el catalanitzador de cognoms porque no el gustaba el “Calzada” de su padre) es otro que logró ser millonario empotrándose en el sistema nacionalista.
Se hizo famosete haciendo de Mikimoto, un payaso que desde la cadena de televisión TV3 contaba lo último de la música máquina. Le vieron con gracia y le encargaron montar una red de frecuencias de música acid, house, máquina, terminator y lo que fuera, para llegar al público más alejado del perfil TV3. Eso en cuanto a la música; el mensaje de Flaix debía ser explicitamente nacionalista a lo catalán.
Ahora Calçada es el dueño de un imperio radiofónico que le permite pasearse con su yate veneciano por Estartit, según ha señalado el diario Dolça Catalumya.
Por otro lado, fue el Comissari polític de la Generalitat para el Tricentenari. Y ocupa el número 74 de la Llista de Artur Mas por Barcelona para las elecciones del 27S. Ya ven que en la democrática Cataluña de Artur Mas todo queda en casa.
Como casi todos los jerarcas nacionalistas, Calçada se cree por encima de la ley. Durante el mes agosto pasado fue multado por la Guardia Urbana porque tapaba su matrícula con el CAT. Ahora un juez le ha imputado por pagar la pensión a su exmujer simulando prestación de servicios: es decir, la exmujer le pasaba una factura a la empresa de Mikimoto cada mes y la empresa se la abonaba como si hubiera realizado un trabajo profesional. Así el multimillonario Calçada se deducía el IVA y obtenía beneficios fiscales, ha señalado el diario Dolça Catalumya.
Cuando la Agencia Tributaria le cazó, Calçada, en un alarde de nobleza y señorío, echó las culpas a su asesor fiscal, pero éste declaró que se limitaba a seguir las instrucciones de su cliente. La exmujer del jerarca nacionalista interpuso una querella contra su exmarido. Y en eso estamos.
Algú pensa que amb una Agència Tributària Catalana el senyor Calçada hauria estat imputat? ¿Por qué los Mossos no han destapado ningún caso de corrupción nacionalista? Ahora se entienden las prisas de tantos.