Noviembre. Muchos niños y no menos adultos elaborando su carta a los reyes magos, catálogos de juguetes por todas partes, ofertas de descuentos, anuncios en televisión de todo tipo de productos… Fechas en los que muchos también creen equivocadamente que un animal es una cosa, un producto más para comprar y regalar.
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20 Minutos / Y aunque normalmente hablo de perros y gatos, por animales en esta ocasión amplío el término a pequeños mamíferos, pájaros y reptiles. Se compran y venden miles en torno a las navidades, muchos de ellos acaban muy mal en muy poco tiempo.
Hay que pensarlo bien varias veces antes de dar un paso que no tiene vuelta atrás y que atañe a un ser vivo que siente y padece.
Los animales no son un regalo. Uno no puede regalar a otra persona o a otra familia un ser vivo con todos los gastos y responsabilidades que entraña a menos que el destinatario este bien informado y deseándolo y haya reflexionado lo que implica.
Los animales no son un capricho. No pueden responder a un impulso repentino, a un deseo nacido tras un paseo ante un escaparate. Pueden vivir muchos años, nuestras circunstancias pueden cambiar, es preciso conocer bien sus necesidades y costes. En caso contrario el pobre bicho puede acabar en manos de una persona que no ha meditado bien las consecuencias.
Los animales no son un juguete. No deberían llegar a casa por una insistente petición infantil. No olvidéis que los niños no pueden asumir la responsabilidad de sus cuidados.
Por último, recordad siempre que la adopción es la opción más responsable y ética.
¿Llegará el año en el que no será preciso recordar que los animales no son un juguete?
Fernando está tutelado por SOS Setter, una asociación especializada en estos hermosos perros. Lo ha pasado muy mal, pero ya está recuperado y busca un hogar.
