Alberto Núñez Feijóo puso en la diana a Ciudadanos en la recta final de la campaña. «Para nosotros, al menos la mitad de sus votos, es asegurar la mayoría estable», destacó en una entrevista en Es La Mañana de Federico. «Van a sacar cero escaños», afirmó en varias ocasiones, intentando atraer a quienes aún dudan entre la papeleta de partido naranja y la del Partido Popular. Y, una vez más, se apeó de la carrera sucesora a nivel nacional. «No veo ese escenario», fueron sus palabras.
LD / En su análisis de situación, a una semana de la cita con las urnas, Feijóo quiso dejar bien claro que no se fía de las encuestas, que en su mayoría apuntan a que podrá gobernar. Sacó a colación dos cuestiones clave. Por un lado, mentó los famosos «restos» y explicó que «el último escaño» puede ir al Partido Popular o a En Marea por un puñado de votos. «En nuestro sistema electoral la mayoría absoluta es muy difícil» y ahora «se divide entre cinco por primera vez», razonó. Por otro lado, se mostró preocupado de que «casi el 90%» dé por descontado que ganará, lo que podría provocar un efecto de desmovilización.
En este contexto, no se anduvo por las ramas, y avisó de que apostar por Ciudadanos es tanto como tirar el voto a la basura. «Puede ser que no consigan escaño y se lo lleve En Mareas», enfatizó. «Estamos en un supuesto muy parecido al de Castilla-La Mancha, no van a sacar escaños», argumentó. Entonces, María Dolores de Cospedal no logró la mayoría absoluta por muy pocos votos que se fueron al partido naranja, que finalmente no obtuvo representación. «Mi enemigo no es Ciudadanos, ojalá pudieran tener escaños, pero no los van a tener», se reafirmó una vez más.
Jiménez Losantos le preguntó si forzará la dimisión de José Manuel Baltar, el presidente de la Diputación de Orense, como le exige Albert Rivera para así poder entenderse. Si bien, Feijóo dio a entender que no está entre sus planes y recordó que Baltar ganó su congreso. «El partido se dividió en dos, quienes estaban en contra del candidato y quienes estaban a favor. Ganó por poquísimo y yo tuve que tomar una decisión. No voy a prohibir en ningún caso que el partido no se pueda pronunciar en un congreso», expuso.
Los planes de Sánchez
A partir de ahí, Feijóo extrajo una lectura nacional muy relevante de las elecciones gallegas. Si él no logra la mayoría absoluta, alertó, Pedro Sánchez intentará llegar a la Moncloa de la mano de Podemos y los nacionalistas. «Aquí, el PSOE ya ha dicho que va a apoyar a un presidente de En Marea», puso en valor, no sin insistir en que está observado «movimientos» en este sentido. Y se ratificó en su reto: «Si sacamos la mayoría, apuntalaremos a nuestro partido» y «mandaremos un mensaje de estabilidad» al conjunto nacional.
De confirmarse, se convertiría automáticamente en el gran referente del Partido Popular, el único que logra mantener una mayoría absoluta. En este sentido, durante la entrevista le recordaron que el congreso del Partido Popular a nivel nacional acumula más de un año de retraso y le interrogaron sobre la posibilidad de que se presente, rivalizando -llegado el caso- con otros primeros espadas como Soraya Sáenz de Santamaría. «No veo ese escenario. Decidí seguir en la política gallega y hemos celebrado un congreso en el que me eligieron presidente. Ese escenario no lo veo», zanjó. En todo caso, emplazó a otra conversación un día después de las elecciones, tras comprobar los resultados.