Susanna Griso lleva largos años de profesión a sus espaldas y ha tenido que venir Ramón Espinar a darle lecciones de periodismo. El senador, diputado autonómico y secretario general de Podemos en la Comunidad de Madrid ha debido desayunar fuerte y se ha presentado en el plató de ‘Espejo Público’ a cara de perro y molesto desde la primera pregunta. —El caso Espinar incendia la guerra entre errejonistas y pablistas—
OKdiario / De hecho, no se había ni formulado y ya ha querido ‘matizar’ un vídeo introductorio en el que figuraba su víctima José Manuel López y lanzar un aviso a la periodista: no estaba dispuesto a responder nada que tuviera que ver con declaraciones de compañeros. “Estoy cansado de que no podamos hablar de pobreza energética o desigualdad”, se ha quejado.
Por descontado, la presentadora no le ha hecho ni caso y ha seguido haciendo su trabajo, no sin antes apuntar que el cuestionario lo hace la propia actualidad, haciendo saber a Espinar que es imposible hablar del partido de Pablo Iglesias sin abordar unas últimas semanas en las que se han tirado los tratos a la cabeza.
Noticia relacionada —Los múltiples cargos del ‘especulador’ Espinar desatan otra guerra en Podemos—
Antes de rendirse, el especulador inmobiliario se ha revuelto nuevamente, acusando a Griso de “obligarle a explicar cosas” que no le apetece lo más mínimo explicar con la excusa de que “la gente está harta” de las guerras en la formación morada. Su interlocutora le ha dado la razón en que “la gente está harta” pero le ha instado a hacer gala de “transparencia”.
Acabada esta innecesaria y pese a todo ‘amable’ tensión, el dirigente ha asegurado su deseo de “llegar a un acuerdo con la gente de Íñigo (Errejón) para no dar el espectáculo” en Vistalegre II y puntualizado que él no puede cesar “a nadie”, en referencia a López. Momentos después, ha admitido que en sus filas “los jefes mandan mucho y los círculos pintan poco”.
