La luz: punto focal de la decoración
En el momento de decorar un hogar se trata de resaltar ciertos detalles, como los textiles; sábanas, alfombras, cojines o almohadas, y la iluminación, que es tan importante como el espacio en sí mismo.
La luz natural está determinada por la estructura de la vivienda, pero la luz artificial es decidida por cada persona que usará ese espacio y lo hará completamente suyo. Los dos tipos de luz son muy importantes desde el punto de vista estético y desde el punto de vista funcional.
En el caso de la luz artificial entran en protagonismo las lámparas, sin embargo, no se deben escoger solo por lo estético sino por la forma y tipo de iluminación que ofrecen. La manera en que una lámpara ilumina un espacio influye en otros aspectos como el color o la decoración, llegando incluso a transmitir una sensación de paz o al contrario, de incomodidad.
Las lámparas de sobremesa: ¿elemento decorativo o funcional?
Las lámparas son equipos eléctricos que sirven como generadores de luz. Son consideradas parte importante de la decoración y de la iluminación de un hogar que pueden aportar elegancia a un espacio. Existen varios tipos de lámparas según su forma y su funcionalidad, como las lámparas de techo, pie, sobremesa y LED.
La luz es un elemento fundamental no solo para los hogares, sino para las oficinas, sobre todo si hay poca luz para poder trabajar. Para eso existen las lámparas de sobremesa, también llamadas lámparas de mesa o de escritorio. El uso de este tipo de lámparas genera un gran impacto en las actividades a realizar.
Una lámpara con luz muy tenue genera cansancio, si la luz es muy fuerte causará fatiga visual. Por lo tanto, la iluminación que se espera de una lámpara de mesa tiene que poder mantener despierta a la persona pero que le relaje la visión. Si se pretende utilizar en un sitio de trabajo, también hay que tener en cuenta el tamaño para que no interfiera con el ordenador u otros dispositivos que se necesiten usar.
La luz que emana de una lámpara de sobremesa debe mantenerse enfocada hacia las diferentes actividades que se realicen en el lugar donde fue colocada, sin dejar de alumbrar parte del espacio.
Si se va a colocar en una mesa donde está un ordenador, la colocación perfecta será detrás o al lado de la pantalla con la parte superior girada para evitar dañar la vista.
La revolución de la iluminación: las lámparas LED
Ya sabemos que la iluminación es un factor determinante de la decoración, pero el consumo de energía eléctrica va a depender del tipo de lámparas que se use.
Actualmente se ha incrementado el uso de las Lamparas LED que llegaron para quedarse y sustituir a las lámparas convencionales, porque ofrecen beneficios como bajo consumo eléctrico, durabilidad y ahorro energético.
Una de las características más destacadas de las lámparas LED es el impacto que tienen sobre el medio ambiente, a tal punto que han llegado a formar parte del sistema de alumbrado de ciudades enteras, sustituyendo definitivamente a las bombillas tradicionales.
Los espacios con una buena iluminación deben ser aquellos que cumplen con las funciones ya mencionadas. Muchos locales utilizan este tipo de lámpara porque no solo benefician al medio ambiente, también disminuyen los gastos de esos establecimientos por concepto de electricidad, pues estas lámparas tienen un promedio de vida útil de 70 años más que una bombilla común.
Poner más lámparas no garantiza un espacio mejor iluminado, lo que garantizará un espacio bien iluminado es la calidad de la bombilla que utilicen las lámparas escogidas y la disposición de estas dentro del espacio. Cuando se realiza el cambio de bombillas se debe tener en cuenta su potencia, ya que la de las tradicionales se miden en vatios y la potencia de las LED en lúmenes. Esto quiere decir que una bombilla clásica de 35W es igual a una bombilla de unos 400 lúmenes lo que en una bombilla normal equivale a 6W. Se evidencia una notable diferencia en cuanto a rendimiento.
Otras características de las bombillas LED:
- Se encienden en su máxima potencia.
- No parpadean.
- No requieren mantenimiento.
- No emiten calor.
- Resisten la humedad y golpes mejor que la bombilla clásica.
