Conversación tranquila de @jmfrancas con Juan Manuel Cepeda. Abogado, analista político y historiador de la Falange Española.
JMF: ¿Quien fue Jose Antonio Primo de Rivera? Se ha dicho de todo últimamente…
JMC: Fue ni más ni menos que un joven abogado que entró en política porque le dolía España. Y no para defender la memoria política de su padre como erróneamente se ha venido contando desde hace muchísimo tiempo.
JMF: ¿Tuvo algo que ver con Mussolini?
JMC: Estuvo dos veces con él, una primera siendo casi un chaval acompañando a su padre Don Miguel, y una segunda y mas importante desde un punto de vista político, pocos días antes de fundar la Falange en el mes de octubre de mil novecientos treinta y tres, dónde Mussolini le dio una serie de consejos. Entre ellos, curiosamente, que contactara con Ángel Pestaña.
JMF: ¿Con Pestaña? El de la CNT, un anarcosindicalista. ¿Por?
JMC: Pestaña acababa de dejar la CNT, andaba casi por libre y Mussolini entendía que un nuevo partido político, del corte fascista a la española, tenía que tener dirigentes obreros y no aristocráticos cómo era José Antonio.
JMF: ¿Y qué pasó?
JMC: Efectivamente tiempo después José Antonio y Pestaña se reúnen en un restaurante del Tibidabo de Barcelona, cenan juntos, y al final no llegaron a ningún acuerdo de colaboración, parece ser que pestaña le pedía dinero. La reunión se produjo por mediación de Camilo Olcina, un antiguo dirigente de la CNT, qué ya militaba en Falange.
JMF: ¿Qué tenia que ver La Falange con la CNT? Me resulta muy chocante…
JMC: Ambas formaciones partían de un sindicalismo revolucionario. Ramiro Ledesma tenía como fin primordial atraer a las filas de la Falange a los anarcosindicalistas, los consideraba como los únicos izquierdistas aprovechables. Hubo algunos intentos de contacto pero realmente no llegaron a nada, aunque sí es cierto que luego, ya a partir del treinta y seis, en algunas localidades tuvieron pactos de no agresión. También algunos dirigentes anarcosindicalistas, realmente no demasiados, pasaron a engrosar las filas de la Falange y fueron los que montaron los sindicatos obreros falangistas, llamadas CONS.
JMF: ¿Y la Falange con el Fascismo de Mussolini?
JMC: Solo muy al principio José Antonio funda la Falange como un partido fascista «a la española” sin ninguna relación con el fascismo italiano, únicamente como una tercera vía entre capitalismo y marxismo.Pero pronto abandona los planteamientos ideológicos de corte fascista, para avanzar por los caminos del sindicalismo revolucionario en síntesis con la tradición española.
JMF: ¿Cuáles son esos principios?
JMC: La patria como concepto superador del nacionalismo romántico del siglo 19. La unidad de la nación española. La defensa de la justicia social. Aceptando la crítica del socialismo contra el sistema liberal capitalista, pero dando soluciones distintas. Y a diferencia de los otros partidos entender al hombre como eje del sistema.
JMF: No parece muy fascista eso…
JMC: No lo es. Se ha tachado de fascista por los signos externos, propios de la Europa de los años treinta, la mayoría de los partidos políticos tenían uniformes, banderas, himnos y hasta milicias de combate, no solo los de derecha y de corte fascista, sino también el partido comunista y el socialista.
JMF: ¿La violencia era un medio? Tanto la CNT como el Fascismo italiano eran maestros en ella.
JMC: La violencia estaba considerada como un arma política. Ese planteamiento surge de Lenin, que la utiliza, junto con la tortura e incluso el asesinato, como arma de lucha política. Las nuevas concepciones políticas, tanto el fascismo cómo el socialismo, estaban enfrentados directamente con la vieja política liberal y no ponían ascos a utilizar la violencia cuando fuera necesario. Cuando nace la Falange, mayoritariamente el socialismo español entra a combatirla vía atentado personal, con un muerto tras otro, por el mero hecho de ser falangista o vender un periódico de Falange, José Antonio que repudiaba la violencia política, solo admite las represalias cuando han caído 8 jóvenes falangistas. Al final arrastrada por la violencia generada por las izquierdas, la Falange se ve obligada prácticamente a convertirse en una milicia de hombres jóvenes, por pura supervivencia.
Juan Manuel Cepeda: “Las izquierdas siguen mostrando su odio contra José Antonio”
JMF: José Antonio acabó en la cárcel, ¿por qué?
JMC: Al perder la inmunidad parlamentaria al no salir elegido diputado en las elecciones de febrero del treinta y seis, las izquierdas del frente popular declaran la guerra a la Falange a todos los niveles. Se decreta la ilegalidad de la Falange como partido político, José Antonio recurre la decisión y la audiencia provincial de Madrid dicta una sentencia declarando la Falange totalmente legal, sentencia que en junio del 36 es ratificada por el Tribunal Supremo; a pesar de todo, los dirigentes y militantes falangistas siguen en las cárceles, los locales cerrados y los periódicos clausurados. Además para impedir la libertad de acción a José Antonio, le encadenan uno tras otro hasta seis procesos judiciales, por infracción a la ley de imprenta, por desacato, por desobediencia a la autoridad, por tenencia ilícita de armas, procesos en los que en gran parte de ellos salió absuelto. Y para culminar la ilegalidad, le trasladan de la cárcel Modelo de Madrid a la de Alicante, lo que a la postre sería uno de los condicionamientos por los que perdería la vida ante un pelotón de fusilamiento después de ser condenado a muerte en un juicio-farsa por una sentencia totalmente ilegal.
JMF: ¿No participo entonces en el golpe militar?
JMC: José Antonio, a pesar de estar preso desde marzo del 36 hasta prácticamente el 18 de julio, tiene casi el control directo sobre la Falange, mediante un sistema de enlaces, el 24 de junio dicta una circular dirigida a sus jefes en las que prohibe todo contacto con las derechas y con los militares, pero solo cinco días después, el veintinueve de junio dicta otra circular-orden totalmente distinta, en la que apoya la insurrección armada contra el gobierno del frente popular, pero poniendo condiciones. Apoyó el alzamiento no sin muchísimas dudas, el creía que estaba en juego la supervivencia de España y no solo de la Falange. En resumen: acepta que la Falange apoye el golpe contra el Gobierno del Frente Popular de la República, porque entendía que iba a ser rápido y limpio, en ningún caso pensaba que iba a acabar en una guerra civil. Él estaba de acuerdo con lo que llamaba «intervención quirúrgica”. Y por supuesto conocía que prácticamente desde abril del treinta y seis la Falange estaba en estado de preguerra con las izquierdas, matándose mutuamente por las calles y campos de España.
JMF: ¿Él ingresa en la cárcel en marzo de 36? ¿Cuándo sale?
JMC: Desde marzo del 36 no vuelve a pisar la calle, a principios de junio le trasladan a Alicante a la cárcel, se pensaba que en julio iba a ir a un juicio en Madrid y estaba preparada una operación para liberarlo, pero como le trasladaron a Alicante no se pudo hacer.
JMF: Permanece entonces ya en la cárcel de Alicante hasta su fusilamiento en noviembre. ¿Por qué le fusilan?
JMC: A José Antonio le fusilan después de una parodia de juicio, cuando su destino ya estaba predeterminado, su muerte la exigían desde Moscú, el propio Largo Caballero y el ministro de justicia ,el anarquista García Oliver. Todos habían dictado su sentencia condenatoria a muerte, antes incluso de que se celebrará el juicio-farsa.
JMF: Enemigos potentes…
JMC: Los peores con los que José Antonio se enfrento en su corta vida.
JMF: Que relación tuvo en vida con Franco, muertos compartieron la Basílica del Valle…
JMC: En Vida José Antonio se reunió una sola vez con Franco, en el domicilio de Serrano Suñer, al final de la entrevista José Antonio salió muy defraudado y enfadado y le comentó a Ramón Serrano que Franco solo sabía hablar de calibres de cañones. También por petición personal de José Antonio le exigieron a Franco que retirara su candidatura en las segunda elecciones por Cuenca. A Franco no le debió hacer ninguna gracia.
JMF: ¿Falange y El Movimiento fueron lo mismo?
JMC: De ninguna manera. La Falange, legalmente, muere el 19 de abril de 1937 por el Decreto de Unificación dictado por Franco. Aunque realmente murió el 20 de noviembre con la muerte de José Antonio. Franco se aprovecha del momento y se hace con el control de las fuerzas políticas que apoyaron el golpe contra el Frente Popular. Y le favorece la muerte no sólo de José Antonio, sino también la de Onésimo Redondo, Ramiro Ledesma, Julio Ruiz de Alda, en definitiva se encuentra con una Falange huérfana de sus Jefes y habiendo sido consumida por los miles de españoles que se afilian en la Guerra Civil, provenientes en su mayoría de las derechas. Las ideas de José Antonio en su mayoría no se llevan a la práctica durante el Régimen de Franco, aunque sí utilizo la parafernalia «Azul» para revestir a su Régimen.
JMF: ¿Entonces Franco asume o secuestra a la Falange?
JMC: Secuestra a la mayoría de falangistas que actuaron de buena fe. La Falange estaba muerta. Sus ideas y proyectos (el Nacional Sindicalismo) fueros ocultadas en gran parte, otras manipuladas cuando no tergiversadas. Solo se conservó lo accesorio. Lo no importante. La camisa azul, el Cara al Sol, la Bandera rojinegra. Y unas pocas frases de José Antonio repetidas hasta la saciedad. Y a José Antonio se le convirtió en un mito. Se le presentaba como una especie de arcángel asexual. Como un santo laico, ocultando al joven líder revolucionario.
JMF: ¿Qué queda de la Falange en España?
JMC: De las ideas de José Antonio, hoy queda lo importante, lo atemporal, el núcleo de su ideología: la Patria española como empresa o proyecto común de todos los españoles y el anhelo de la lucha por una auténtica justicia social, que defienda siempre al débil al menos favorecido. Sus ideas siguen siendo totalmente desconocidas y su revolución sigue pendiente, su bandera presta a que una nueva generación de jóvenes la vuelva a levantar.
JMF: ¿Qué sentido ha tenido la exhumación de sus restos? ¿Cómo la ven sus seguidores?
JMC: Las izquierdas, con la nueva ley de memoria democrática, siguen demostrando su odio contra José Antonio. Los descendientes del mismo no han querido entablar batalla judicial alguna, les es más cómodo exhumar sus restos y trasladarlos al cementerio de San Isidro. Pero por muchas infamias que hagan, José Antonio sigue viviendo en la mente y el corazón de miles de españoles.
JMF: Gracias Juanma, no te quito más tiempo, que triste es vivir en el odio… Un abrazo.
JMC: Otro fuerte para ti, si necesitas algo ya sabes donde me tienes.
Juan Manuel Cepeda: “Las izquierdas siguen mostrando su odio contra José Antonio”
Entrevista realizada a Juan Manuel Cepeda en Rebelión en la Granja.