El debate de la vergüenza democrática
Las elecciones generales, europeas, autonómicas, municipales o cualquier tipo de apellido que le queramos -o quieran introducir- a unas elecciones siempre serán cosa de unos pocos iluminados. Unos señores -o señoritas- que les sale gratis la campaña electoral ya que son los candidatos que ofrece el propio Régimen corrupto del 78 para seguir saqueando lo poco que queda de España. Además tienes que ver –El plan que tiene Feijóo después de las elecciones generales-.
Los políticos del sistema no saben lo que es hacer política
Ya sabemos que si estos señores -políticos profesionales del sistema- estuvieran en partidos o movimientos minoritarios -esos donde no se consigue representación- no estarían ni en política por aquello de que no les saldría rentable. Este ejemplo lo tenemos en los naranjas de Ciudadanos. Pero los oficialistas del PSOE o el Partido Popular no se quedan cortos ni escasos en eso de escaquearse.
Los políticos del sistema son profesionales de lo suyo -¿Y qué es lo suyo?- pues no podemos decirlo no vaya a ser que nos acusen de delito de odio. Ese delito que siempre persigue a los de una misma ideología y pensamiento político todo lo demás parece no ser delito de odio.
No saben hacer política directamente porque no saben lo que es la política. Son señores que les dejan todo hecho; discursos, desplazamientos, reuniones, conversaciones, vamos todo una escenografía profesional pagada -eso sí- con dinero de todos los trabajadores españoles.
El debate de la vergüenza democrática
Es una vergüenza y con todas las letras que para que esto de las elecciones parezcan democráticas los candidatos debatan sobre lo mismo. Dos señores en un debate que piensan lo mismo, que se centran en lo mismo y llevan el mismo pin de la satánica Agenda 2030 en la solapa. Pero para que todo parezca creíble un señor dice que juega en el equipo azul y otro señor en el equipo rojo. Todo muy real y surrealista al mismo tiempo.
Los dos candidatos del debate defienden las mismas ideas
El señor del equipo rojo que responde al nombre de Pedro Sánchez quiere el aborto, la eutanasia, la destrucción de España, la vacunación masiva, el control poblacional, la defensa del sistema autonómico que empobrece a los españoles, el capitalismo salvaje, destruir la religión en España, entre muchas cosas. –Pedro Sánchez quiere repetir las elecciones generales si no gana las primeras-.
Lo gracioso, si tiene alguna gracia claro, es que el señor que juega en el equipo azul que responde al nombre de Alberto Núñez Feijóo busca exactamente lo mismo que el señor del equipo rojo. Ya sabemos lo que piensa el señor Feijóo sobre estos temas algo así como; “No obligamos a nadie a que se vacune del Covid 19 solo perseguimos al que no se vacuna” todo muy democrático, son tan majos.
Don Pepito y Don José en el debate de la tele: El debate de la vergüenza democrática
El cara a cara de estos dos personajes es algo que resulta algo repelente de ver y escuchar. Todo muy desagradable. Dos personas que piensan igual y que hacen las mismas políticas debatiendo sobre lo mismo en la televisión.
Todo esto organizado por una televisión que presenta un señor que parece de derechas para conseguir audiencia al sector de la derecha. Y una señora de izquierdas que es la que decide en la red social Facebook -entre otros medios- lo que es verdad o mentira como si tuviera una decisión de juzgar la opinión de los demás. Ya sabemos que últimamente las prohibiciones democráticas en las redes sociales están a la orden día y de la noche. Pero todo muy democrático y en libertad.
El problema de los políticos democráticos del Régimen corrupto del 78
Para unos grupos políticos tienen la prohibición de salir en los medios de comunicación con la censura por bandera. No vaya a ser que la gente conozca sus propuestas. Pero para otros como el debate de Don Pepito y Don José si se les permite la utilización de medios públicos para la publicidad de sus mentiras.
Y ya nos decía el sabio ¿Sabes cuál es el problema de los demócratas? Pues simplemente tienen un problema y es que no lo son. Disfruten del debate de la vergüenza y de lo votado que luego os quejáis de aquello que votáis.
