Lo que necesitas: Hilo de algodón, Acetona (quitaesmalte), un encendedor, un recipiente lleno de agua helada y hiela y finalmente una lija.
Primero – En un bol o recipiente echamos quitaesmalte y empapamos el hilo de algodón, es recomendable que lo trenzes , lo dejamos unos segundos para que penetre bien el líquido en el hilo. Se puede usar el hilo sin trenzar pero va mejor de esta forma.
Segundo – Envolvemos el hilo alrededor de la botella, por encima de la etiqueta. Procuraremos poner el hilo bien centrado y nivelado alrededor de la botella, ya que justo ahí es por donde se cortará el vidrio de tal forma que pueda quedar lo mas centrado posible.
Tercero – Nos situamos encima del fregadero que estará lleno de agua helada y hielo. Sujetando la botella por el cuello, encenderemos el hilo de algodón. Daremos vueltas a la botella durante aproximadamente entre 20 o 30 segundos, para que el calor se reparta de manera regular por toda de la botella. Ten mucho cuidado al realizar este proceso ya que es la parte mas importante.
Cuarto – Una vez pasado el tiempo que hemos señalado con anterioridad sumergiremos la botella en el agua helada. La botella se quebrará por la parte donde está el cordón (hilo). Con el papel de lija repasaremos el borde del vaso, ya es un vaso, a fin de que quede suave y sin ninguna rebaba.