El presidente de la asociación Empresarios de Cataluña, Josep Bou, aseguró este pasado jueves que si el proceso independentista no se detiene, él se irá a Madrid con su empresa porque cree que será «la primera víctima». «La Agencia Tributaria catalana acabaría con mi empresa y mis trabajadores porque hemos alzado la voz a favor de Cataluña y de España, y eso no se perdona en el mundo nacionalista», ha comentado.
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Vozpópuli / Además, ha criticado que algunos empresarios «aprovechados» hayan preferido no posicionarse ni a favor ni en contra de la independencia de Cataluña porque pensaban que Junts pel Sí podría «apretar» al Gobierno central y así sacar más beneficios. Esos mismos empresarios, ha dicho, «ahora se están tirando de los pelos porque se dan cuenta que con su egoísmo están colocando a Cataluña en una encrucijada muy peligrosa».
En este sentido, ha reconocido que nadie en el mundo empresarial se creía que se pudiera llegar al punto en el que se encuentra ahora Cataluña y ha admitido que han pecado «de cobardía», porque «pensaban que el roto era tan grande que pensaban que, de alguna manera, se pararía».
Sin embargo, ha recalcado que «el mundo de la empresa es más débil de lo que parece», puesto que, como ha explicado en una entrevista en Telemadrid, recogida por Europa Press, los empresarios catalanes están supeditados a la Administración de la Generalitat, que les da los permisos, fiscaliza y sanciona. «Hemos de vigilar muchísimo porque el poder nacionalista lo ocupa todo y para un empresario ponerse en contra es muy desagradable», ha resumido.
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Por su parte, el presidente de Fomento del Trabajo, Joaquim Gay de Montellà, ha lamentado que en la situación delicada en la que se encuentra Cataluña el futuro de la gobernabilidad esté en manos de la CUP, ya que, este partido «no cumple las normas democráticas».
«Recuperar el diálogo»
Así, ha recalcado que la solución no pasa «por distorsionar y no cumplir la legalidad vigente» y que en la democracia deben ser «las mayorías las que impongan sus reflexiones y no minorías fuera del sistema». «Si no lo entienden y no lo comparten es una situación compleja», ha señalado en declaraciones a la Cope recogidas por la agencia de noticias Europa Press.
Gay de Montellà ha apostado por «recuperar el diálogo y la negociación». A su juicio, «siempre hará grupos populistas que aprovechen el desconcierto» pero ha avisado: «Una cosa son los sentimientos y otra que nos conduzcan como un rebaño a otro corral». Así, ha destacado que la actual situación de tensión «no favorece el negocio, porque pone en riesgo la seguridad jurídica y la eficacia de gestión». Aunque ha reconocido que los pequeños empresarios «pueden tener los sentimientos más a flor de piel», pero ha explicado que las medianas y grandes empresas exportadoras entienden que «este no es el camino».
«La gente sigue trabajando y ve lo que ocurre como ‘un divorcio político’ que no ayuda precisamente a recortar la deuda, a controlar el déficit público y a crear empleo», ha puntualizado. Con todo, ha invitado a los inversores extranjeros a invertir en Cataluña, ya que, en su opinión, «tiene muy buena estructura empresarial».