El Estado Mayor de Turquía ha anunciado el derribo de un avión militar ruso al sur del país, el martes por la mañana, por haber violado su espacio aéreo. El Ministerio de Exteriores de Rusia ha confirmado que uno de sus cazas ‘SU-24’ ha sido abatido, si bien matiza que «el avión volaba a 6.000 metros de altitud» y jamás cruzó a territorio turco. El incidente ocurrió en la frontera turcosiria que separa el distrito turco de Yayladag y el de Lataquía, que sufre combates desde hace una semana.
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El Mundo / «En línea con las reglas militares de la guerra, las autoridades turcas advirtieron repetidamente a un aparato no identificado de que estaba a 15 kilómetros o menos de distancia de la frontera. El aparato no respondió a las advertencias, y procedió a volar sobre Turquía», subraya a EL MUNDO.es un alto funcionario turco, hablando bajo condición de anonimato como es norma. «La Fuerza Aérea Turca respondió derribando el aparato», añade.
Según el Estado Mayor, un aparato aéreo «no identificado» penetró a las 9.20 horas (8:20 peninsulares) en el espacio aéreo turco. «Tras emitir 10 advertencias en cinco minutos», prosigue el comunicado del Estado Mayor, «dos aviones F16 intervinieron». Casi a la par que se publicaba este mensaje, Rusia reconoció haber perdido un avión de combate ‘SU-24’, aunque matizó que fue por artillería terrestre y que no hubo violación de espacio aéreo.
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El ejército turco publicó un mapa con las trayectorias de los aviones que intervinieron en el incidente. En él puede apreciarse cómo, tras una maniobra circular y sin indicarse a qué velocidad la hacía, el señalado como Su-24 cruzó aproximadamente tres kilómetros de espacio aéreo turco. Imágenes en vídeo publicadas en la prensa turca muestran cómo un avión tipo caza recibe el impacto de un proyectil en el aire y sus dos pilotos logran eyectarse de la cabina.
Tras el golpe, el avión cayó en llamas sobre el Monte Turcomano, un área de Siria habitada por personas de etnia turca. En los minutos posteriores al impacto, helicópteros rusos se desplegaron para localizar a los tripulantes. Según la cadena CNN Türk uno de los pilotos fue capturado vivo, mientras que otro murió. Una milicia opositora conocida como 10ª Brigada Costera publicó imágenes de un individuo de aspecto y uniforme ruso aparentemente sin vida.
El Ministerio de Exteriores de Rusia no ha confirmado la cancelación de la visita que el canciller, Sergei Lavrov, tenía prevista para este miércoles con las autoridades turcas. Eso sí, Moscú, que ha considerado la intervención turca «un asunto muy serio», ha convocado de urgencia a su gabinete de seguridad. La OTAN, con la que Turquía ha contactado por orden del primer ministro turco Davutoglu, ha anunciado una reunión extraordinaria este martes por la tarde para tratar la cuestión.
Turquía, que apoya con armas ligeras y ayuda no letal a varios grupos armados opositores – entre ellos turcomanos – contra el presidente sirio Bashar Asad, choca en su estrategia con Rusia, firme soporte del gobierno sirio con armamento, aviación y tropas. Esta tensión diplomática no tiene nada que ver con las prolíficas relaciones comerciales. Rusia es el principal proveedor de combustibles fósiles de Turquía, país que a su vez es destino turístico preferente de los rusos.
Ankara había llamado a consultas el 19 de noviembre pasado al embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, para protestar por el apoyo ruso a las fuerzas leales al presidente sirio Bashar Asad. El gobierno turco estaba particularmente indignado porque, desde hace una semana, la ofensiva oficialista avanzaba sobre territorio habitado por turcomanos, con quienes mantiene lazos fraternales. Esa zona estaba, hasta ahora, controlada por una amalgama de milicias, entre ellas fuerzas islamistas.
Ankara ha protestado porque los bombardeos rusos en Lataquía están destinados no a combatir al auto denominado Estado Islámico, no presente en el área, sino a fuerzas contrarias al gobierno de Asad. Ya el 19 de noviembre los turcos advirtieron que tomarían medidas si, por culpa de la proximidad de estos combates a la frontera turcosiria, se producía una violación territorial. Turquía también criticó que el ataque pro Asad estaba provocando miles de nuevos refugiados.
«Ya publicamos en el pasado nuestras reglas de la guerra y recordamos a nuestros homólogos que cualquier violación del espacio aéreo turco provocaría las acciones prescritas por las reglas militares de la guerra. Esta no es una acción específica contra ningún país: nuestros cazas F16 tomaron las medidas necesarias para defender la soberanía nacional de Turquía», alega a EL MUNDO.es el funcionario gubernamental citado.
Turquía y Rusia, con posturas confrontadas en la guerra siria, ya tuvieron un enfrentamiento diplomático sobre fronteras a principios de octubre. Entonces, el vicesecretario de Exteriores convocó al embajador de la Federación Rusa en Ankara al Ministerio y protestó firmemente una violación de espacio aéreo en una zona muy cercana a donde ocurrió el derribo de este martes. Moscú alegó que esta se había producido accidentalmente debido a condiciones climáticas adversas.
Lo ocurrido este martes eleva al máximo la tensión política y diplomática internacional. Según el medio estadounidense McClatchy, también a principios de octubre, un caza ruso incluso fue objetivo de un bloqueo de radar por parte de militares turcos. El presidente de Turquía Recep Tayyip Erdogan, firme enemigo del máximo dirigente sirio Bashar Asad, consideró desde el primer momento la intervención rusa sobre Siria – iniciada el 29 de septiembre pasado – «un grave error».
Desde junio de 2012, cuando una batería antiaérea siria derribó un avión de combate turco que había penetrado en cielo sirio, Turquía ha sostenido un ‘área buffer’ de facto, de menos de 10 Km sobre territorio de Siria, destinada a advertir y eventualmente responder a cualquier agresión territorial. Amparándose en las reglas de la guerra, Turquía, que tiene permiso parlamentario para intervenir en Siria, bloquea en sus radares todo aparato que se acerque a menos de esa distancia.
Bajo esta premisa, Turquía ha derribado varios aparatos sirios en el pasado. Este mayo Ankara anunció que había tirado un helicóptero sirio, que había recorrido más de diez kilómetros dentro de Turquía, tras lanzar varias advertencias. En marzo de 2014 los turcos derribaron un avión de combate sirio tipo MiG que, junto a otra nave, habían entrado por Yailadagi. En septiembre de 2013 Turquía abatió también un helicóptero sirio en la misma zona.