Mariano Rajoy desecha cualquier fórmula que le aparte de la presidencia del Gobierno. «Este es un partido serio que está para pocas bromas», zanjó en Valladolid, donde recibió el respaldo del Partido Popular de Castilla y León. «Has ganado las elecciones y cuentas con nuestra firme unidad y claro apoyo (…) Estamos a tu lado o, si quieres, detrás de ti», enfatizó Juan Vicente Herrera, que se alejó así del sector del partido que no descarta que deba dar un paso atrás en caso extremo, como ya apuntó públicamente Esperanza Aguirre.
LD / A cuatro días del nuevo despacho con Felipe VI, y tras reconocer que en los últimos días ha leído toda clase de «especulaciones», Rajoy confirmó su candidatura aunque siga sin tener los votos necesarios para ser investido presidente. «No estamos para inventos», se reivindicó, dejando claro que no negociará nada que pase porque le quiten de la primera línea. «Que la gente tenga claro una cosa, democracia significa respetar lo que dicen los ciudadanos». añadió, y por varias ocasiones recordó que el PP fue el vencedor el pasado 20 de diciembre.
Por enésima vez, el presidente en funciones ofreció su propuesta, que según dijo puede llevarse acabo de muchas formas posibles, con el PSOE y Ciudadanos dentro o fuera del Ejecutivo. «Ese pacto es el bueno si queremos respetar la voluntad de la gente. Es el pacto que le interesa a España», arguyó Rajoy, que puso mucho hincapié en las repercusiones económicas de una mala decisión. Además, volvió a reiterar que «podría tener su traslación» en comunidades y ayuntamientos donde los socialistas se echaron en brazos de Podemos y sus marcas. «Crearía un estupendo clima para estabilizar las instituciones», se reafirmó.
«El momento con Pedro Sánchez llegará»
Dicho esto, Mariano Rajoy dejó claro que, hoy por hoy, cuenta con el «no» rotundo de Pedro Sánchez. «Esta propuesta no sale adelante porque el secretario general del PSOE se niega a hablar con el PP pero sí habla con independentistas y extremista. Me parece verdaderamente increíble, no me había visto nunca en esta tesitura», lamentó. Si bien, a renglón seguido, dio a entender que finalmente su interlocutor socialista cambiará de opinión. «Que nadie se preocupe porque el momento llegará», lanzó, sin dar más detalles.
Para Mariano Rajoy, en este contexto, lo que no caben son experimentos, pese que en Valladolid hablara de un gobierno «presidido por el Partido Popular» sin referirse a él explícitamente. «Nadie nos va a decir lo que tenemos que hacer, lo tenemos muy claro, lo sabemos muy bien, y aquí hay gente muy competente», reiteró. A sus ojos, «poner de candidato al quinto de la lista» o «a uno de fuera» son «inventos» de Ciudadanos, y se negó con vehemencia a barajar esas posibilidades. Ante las presiones por la corrupción en Valencia, reiteró una vez más: «El Partido Popular va a seguir manteniendo su independencia. Lo que haga el PP lo decidirá el Partido Popular».
Además, una vez más, el líder del PP buscó una imagen de unidad a su alrededor. Y los halagos vinieron por boca del histórico Herrera, con mando en plaza gracias a Ciudadanos, y que en los últimos meses se ha ausentado en los Comités Ejecutivos amén de lanzar mensajes nada laudatorios sobre Rajoy. Este viernes, sin embargo, el respaldo fue cerrado y los aplausos una constante. Igual ocurrió hace una semana en Andalucía, una de las estructuras más importantes. «El PP andaluz está detrás de ti, reconoce tu liderazgo y reivindica tu victoria», le dijo Juan Manuel Moreno. «¡Te queremos!», le gritó en Córdoba una entusiasmada militante.
Tal y como desveló este diario, existe toda una operación para arropar a Rajoy en estos momentos. Incluso se mandan mensajes a los militantes para que acudan a los actos a los que va a acudir para dar la sensación de que todos están con él. «Es la pieza fundamental del PP, el que da estabilidad al partido y me parece bastante irracional intentar tener un gobierno estable desestabilizando al primer partido de este país. Rajoy no es negociable», contestó este mismo viernes José Manuel García-Margallo, involucrado en algunos contubernios, a los periodistas.
En este sentido, Soraya Sáenz de Santamaría repitió al término del Consejo de Ministros que Mariano Rajoy no renunciará a ser candidato. «Nosotros no decimos a ningún partido lo que tiene que hacer. Hay que respetar que tomen las decisiones de presentar su candidato y continuar hasta el final», subrayó. Antes, pidió humildad a sus rivales políticos. «A veces, uno tiene que ser humilde, y, si se pide -que renuncie- a quien gana, quienes no han ganado también pueden hacer su examen de conciencia», fue su argumento. El entorno del presidente fue todavía más allá: «Será candidato hasta el final y, si se repiten elecciones, será el candidato también».
