Colectivos de aficionados taurinos han convocado una marcha para este domingo a las 15:00 horas por las calles de Valencia bajo el lema «El toro: cultura, raíces y libertad de un pueblo». Según la organización, está previsto que asistan centenares de aficionados procedentes de toda la geografía española, y de Francia y Portugal, además de representantes de asociaciones profesionales de toreros, ganaderos, subalternos, mayorales o mozos de espadas, entre otros.
La Gaceta / Enrique Ponce, uno de los encargados de leer el manifiesto al final del acto, ha asegurado en una entrevista concedida a La Razón que «reclaman libertad para ir a los toros sin que les insulten» y ha censurado que «los ataques antitaurinos de la izquierda sean cada vez más agresivos».
La Comunidad Valenciana, según los promotores, acogió más de 8.400 festejos taurinos el año pasado, más de la mitad de todos los celebrados en España. Este colectivo exige respeto a una actividad «legal, cultural y amparada por la Constitución, además de suponer un motor económico que nadie puede negar».
Ha anunciado su presencia la Fundación del Toro de Lidia, a través de tres de sus patronos: el matador Juan Diego, el ganadero Carlos Núñez y el empresario Manuel Martínez Erice. Esta fundación ha pedido a lo largo de la semana que «las calles de Valencia reflejen el verdadero respaldo social que tiene la tauromaquia».
Este domingo además se ha celebrado el XI Concurso Nacional de Recortadores. Durante el festejo se leyó un manifiesto que provocó constantes ovaciones y gritos de «libertad» en los tendidos de la plaza de toros de Valencia. El texto, reivindicaba la tauromaquia «como portadora de valores sociales y humanos, y como soporte básico y principal de la biodiversidad en nuestro país, con 500.000 hectáreas de dehesa que mantienen gracias a la cría del toro bravo» y como «herramienta económica dinamizadora de tantas y tantas ciudades, por su capacidad de crear puestos de trabajo, por los efectos en la fijación de la población rural, por sus aportaciones a las arcas del Estado y, fundamentalmente, por que es una raíz de nuestra cultura a la que tenemos derecho a no renunciar».
