El Mundo presenta en su foto de portada la «nueva Cuba», que es la que representa el Che Guevara, nuevo donde lo haya. Dice el titular que «Rajoy diseña una campaña ‘sin piedad’ contra Rivera» y en el editorial le cae una bronca de campeonato. «Sería de desear que Mariano Rajoy no cometiera el error de cebarse con Ciudadanos por la sencilla razón de que va a necesitar sus escaños si pretende gobernar. Lo que el dirigente del Partido Popular no puede pretender es presentar como un enemigo a Rivera y luego pedirle que pacte para obtener mayoría parlamentaria». Pero Rajoy está rabioso con Rivera y se le ha ido tanto la olla que pretende «plantear una campaña contra ‘las izquierdas’ en las que incluye a Podemos, Izquierda Unida, PSOE y Ciudadanos». ¿Y por qué no Vox, ya puestos? Como una cabra loca. Hasta Victoria Prego, nada sospechosa de tenerle tirria al líder del PP, intenta hacerle entrar en razón. «El PP tiene que sacar de su casa a los abstencionistas y no lo conseguirá si no agita el fantasma, bastante corpóreo por otra parte, del peligro de un Gobierno de izquierda radical, que sería el formado por el PSOE y la coalición de IU y Podemos». Pero con Ciudadanos «va a ser su único socio posible. Y aunque muchas de las papeletas que fueron a parar al cesto de Ciudadanos venían de las filas populares, atacar a este partido fieramente puede no darle al PP los resultados que busca, sino todo lo contrario», cuidadito con los rencores personales. «Acogotar al votante de esta nueva formación puede tener el efecto de hacerle huir de las proximidades del PP por mucho tiempo. Deberían los populares templar ese brazo de la campaña no vaya a ser que se les rompa». Que luego no se quejen de que nadie les quiere, cordón sanitario, bua, bua.
El País dice que el PSOE ya enseña la patita de lo que hará tras las elecciones. «El PSOE acepta pactos locales con Podemos pese a su plan electoral». Viendo la que se avecina, le hace la pelota a Colau y le dedica la foto de portada. «Alcaldesa en Nueva York». Mejor ir acercándose a los nuevos amos. Anabel Díez cuenta la increíble estrategia de Sánchez. «Ni una palabra; ni un gesto que pueda indicar el menor acercamiento a Podemos. Tal es la decisión firme que el PSOE mantendrá en campaña». Pero «esta línea estratégica inamovible convivirá con los acuerdos locales y autonómicos que ambas formaciones mantienen hace un año. Y no sólo; también lo hará con el que ha cerrado el PSC para cogobernar en Barcelona con Ada Colau y con el debate que abrirá el PSM en Madrid para resolver si entra en el gobierno de Manuela Carmena». O sea, no voy a pactar con Podemos pero voy a pactar con Podemos pero prohíbo a Puig pactar con Podemos. Pablo estará frotándose las manos. Le queda un bocado del PSOE.
ABC dice que «Podemos necesita 14.000 votos menos para logar un escaño tras pactar con Izquierda Unida». Tras comerse a IU, querrá decir. «Ciudadanos, el que más pierde, precisará 9.000 papeletas más por diputado», señala haciéndole la campaña al Partido Popular. Hermann Tertsch dice alarmado que «las encuestas ya son unánimes en ello y la tendencia es manifiesta. La alianza neocomunista de Unidos Podemos supera ya hoy al PSOE en intención de voto y, salvo un cambio de tendencia absolutamente improbable, confirmará la hegemonía totalitaria en la izquierda española». Sánchez es un «muerto político» y la culpa es de Rajoy. «Quería una izquierda fraccionada con una fuerza muy salvaje que asustara al votante de derechas». Pues que se vaya preparando, porque «en el mejor de los casos -que el PP pudiera formar gobierno con Ciudadanos y restos del PSOE-, en cuanto tomara la primera medida necesaria, tendría España ardiendo por los cuatro costados». David Gistau no da crédito. «Una porción enorme de la clase media española está dispuesta a liquidar la socialdemocracia para entregarse a un proyecto comunista revolucionario que ya ni finge no serlo y cuya genealogía histórica está llena de violencia. En 2016, en una democracia europea». ¿Nos hemos vuelto locos o qué?
La Razón abre con que «Podemos y Colau arropan a Otegi en su ‘gira de paz’ por Barcelona», vamos, nada que no hayan hecho antes. El resto es como un panfleto de campaña del PP. «La alternativa real a un gobierno del PP no es otro de socialistas y Ciudadanos. Es la peligrosa alianza del PSOE con los comunistas de IU y los populistas de Podemos», dice un editorial. «Muchos de los que han visto las orejas al lobo podemita volverán al PP», dice Ely del Valle. «O Rajoy o la extrema izquierda», reza otro de los titulares del periódico socio de La Sexta. Así le pasa a Ussía, que tiene una depresión de caballo. «Yo no escribo en mi periódico con la libertad de años atrás, porque no deseo disgustar a quienes se han portado muy bien conmigo». Porque su periódico, La Razón, «está emparentado con una empresa sin alma. Y el gran empresario, lógicamente, no admite de buena gana la crítica a su gran negocio. El negocio capitalista que genera en la actualidad el populismo», dice. Vamos, que le ha caído una buena bronca por aquel artículo crítico con Atresmedia por silenciar la entrevista de Évole a Otegi. Ussía, te veo en las tertulias de Federico.
La Vanguardia dice que en Cataluña las cosas no van mucho mejor. «CDC augura elecciones si no hay presupuestos». Pues sí que les ha durado poco el acuerdo con ERC y las CUP. Otros que van a desaparecer del mapa.