El etarra Arnaldo Otegi es el protagonista de este miércoles 18 de mayo en Cataluña, el hombre a seguir. Tratamiento vip de los medios nacionalistas y dura sesión parlamentaria a su cuenta. A primera hora de la mañana, el exconvicto ha sido entrevistado en Catalunya Ràdio, la emisora oficial de la Generalidad. Allí ha acusado al Estado y al PP de no querer que acabe la violencia y ha declarado que ya pidió «disculpas» a las víctimas de ETA en un libro que publicó en 2011 y que «no nos perdonan que hayamos sido nosotros quienes hemos acabado con la violencia». «He venido a aprender», añadió el líder proetarra. El «proceso» catalán es el modelo a seguir para el separatismo vasco y Otegi, el «hombre de paz» del separatismo catalán, un héroe recibido con honores parlamentarios en Cataluña.
LD / Al poco de la primera cita de Otegi y en la cámara autonómica, la diputada de la CUP abría el expediente en la sesión de control al gobierno regional. Idéntica tesis. Según Anna Gabriel, las únicas críticas a la participación del dirigente etarra en la comisión de «acción exterior» «vienen de la mano de quienes nunca han querido una resolución del conflicto». Puigdemont se ha mostrado de acuerdo y ha exigido al Gobierno central que ceda las competencias en prisiones al ejecutivo vasco y modifique su política penitenciaria. En suma, que «no ponga obstáculos a la paz». Otegi no sólo era bienvenido al «Parlament», sino que era presentado como un paladín de las libertades.
Tras los juegos florales en torno a Otegi entre el «president» y la CUP, el popular Xavier García Albiol ha reprochado a Puigdemont que haya sido CDC quien haya girado la invitación al expreso. Puigdemont ha matizado que ha sido la coalición, Junts pel Sí, y no Convergencia. En la réplica, García Albiol ha calificado la visita parlamentaria de «crueldad con las víctimas e insultos a los catalanes». Puigdemont ha considerado «inadmisibles» tales palabras, ha acusado al dirigente popular de «apropiación indebida de las víctimas», así como insinuar la «connivencia» de la cámara con el terrorismo. Para ratificar su visto bueno a la presencia de Otegui, Puigdemont afirmó que «Aznar dijo que si había paz se podía hablar de todo».
A su llegada al Parlamento catalán, Arnaldo Otegi, que se trasladó en una furgoneta junto a varios miembros de Bildu y la CUP, fue ovacionado por los diputados de la formación antisistema en pleno y algunos miembros de CDC y ERC. Un pequeño grupo de ciudadanos que portaba una bandera española le gritó «asesino».
Minutos antes había entrado en el edificio María del Mar Blanco, presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo y hermana de Miguel Ángel Blanco, invitada por el Partido Popular en un acto de desagravio en el que también participó Ciudadanos. En la reunión se acordó instar al Parlamento catalán a denunciar el terrorismo y se presentó una iniciativa para que el día 11 de marzo sea declarado Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo. María del Mar Blanco compareció posteriormente ante los medios junto a García Albiol e Inés Arrimadas para criticar la presencia de Otegi.
Mientras tanto, Arnaldo Otegi se reunía en el bar de la cámara, donde no pueden entrar las cámaras, con el vicepresidente autonómico y líder de ERC, Oriol Junqueras. También fue recibido por la presidenta del «Parlament», Carme Forcadell, además de mantener diversos contactos con diputados de CDC y ERC.
