En las Islas Canarias se inició el germen de la Falange Española, antes de su fundación, con el M.E.S., que dirigía el entonces director de la CAMPSA, Demetrio Carceller, amigo de «José Antonio Primo de Rivera».
A partir de octubre de 1933, se forman los primeros núcleos falangistas alrededor de la Universidad de «La Laguna», siendo Adolfo Fernández Galván el Jefe del SEU a partir de 1936.
En Las Palmas de Gran Canaria los falangistas se reunían en un pequeño local de la C/ Perez Galdós.
Una vez iniciada la Guerra Civil, Manuel Hedilla como Jefe de la Junta de Mando, nombra a Diego Feria como Jefe Territorial de la Falange Canaria.
El 18 de abril de 1936, y habiendo ganado las elecciones generales de febrero el «Frente Popular», por orden de la autoridad gubernativa, son detenidos 22 camaradas que ingresan en la prisión de Las Palmas (en la imagen, los camaradas instantes antes de su entrada en prisión).
Entre los «detenidos políticos» se encuentran Francisco Hernandez, José Medina, Apolinario Diaz, Antonio Millán, Francisco Guerrero, Regino Gómez, Ramon Moya, Manuel Abreu, Salvador de la Guardia, Sixto Garcia, Agustin Hernandez, Javier Dominguez, César Acosta, Francisco Olivares, Joaquín Herranz, Manuel Estevez y Ramón Mújica y Mario Rodriguez que cayeron combatiendo en la Guerra.
Todos estos camaradas fueron perseguidos, detenidos y apresados por una «orden política», sin ser sometidos previamente a ningún juicio.
El «Sistema» sigue en la actualidad condenando y encarcelando a falangistas, (caso Blanquerna) a los que se les aplica por nuestro Tribunal Supremo, de forma injustificada, desproporcionada e ilegalmente la agravante de «obrar por motivos discriminatorios de carácter ideológico», aumentando las penas que les fueron impuestas por la Audiencia Provincial de Madrid de 6 meses de prisión, por el delito de desordenes públicos, que no habrían cumplido, por otras de 2 años y 10 meses, así como otra pena de un 1 año y 2 meses, por un delito de daños con la citada agravante, que al superar el limite de 2 años establecido por el Código Penal, irremediablemente les conducirá a cumplir dichas penas en prisión.
Esta ¿JUSTICIA? empieza a parecerse mucho a la que se aplicaba a la Falange Española por el Frente Popular en el año 1936.
En la España ¿democrática? del siglo XXI, es absolutamente increíble, que se condene a ningún ciudadano por «motivos políticos».
Texto e imagen inédita de los falangistas canarios presos del archivo personal de Juan Manuel Cepeda.
