La víctima será siempre el Estado de Derecho y el insurrecto, el señor Mas.
La izquierda, que es maestra en la manipulación de la historia, entre otras razones por la dejadez o cobardía de la derecha, está junto con los independentistas preparando el terreno para que el insurrecto sea la víctima y la víctima, es decir, el Estado de Derecho, el insurrecto.
Recordemos que en el año 1934 la izquierda junto con los independentistas catalanes diseñaron un plan revolucionario, tal y como ellos lo calificaron, que tenía un doble objetivo, derrocar al Gobierno de centro derecha-liberal y de otra destruir la unidad Patria proclamando la independencia de Cataluña. Este proyecto revolucionario, dirigido por el PSOE, produjo levantamientos en toda España. El resultado: centenas de víctimas mortales, en Cataluña 107 y en Asturias, la revuelta más cruenta, más de 2.000.
La mayoría de los historiadores han coincidido en considerar a este proceso prerrevolucionario como la primera batalla de la Guerra Civil Española. Pero curiosamente la historia, tal y como hoy la conocen muchos de los jóvenes y especialmente los que han estudiado en Cataluña, es que aquel proceso revolucionario, aquel golpe de Estado, fue víctima de la “represión fascista que pretendía acallar la aspiración de libertad e independencia del pueblo catalán”. Es decir, que cuando el Estado de Derecho se ve obligado a actuar, en este caso para sofocar una revolución de la que es víctima, se convierte en insurrecto y el revolucionario independentista en víctima.
Supongamos que el señor Mas decide seguir los consejos de sus asesores y declarara unilateralmente la independencia de Cataluña, convirtiéndose en un insurrecto, o simplemente convocar una consulta, y el Estado de Derecho aplica con todo rigor la ley, que es lo que se espera de un Estado, el insurrecto terminará siendo víctima y la víctima el insurrecto.
Dos ejemplos: si Artur Mas formula tal declaración o convoca un referéndum y el señor Rajoy, que no lo hará, aplica el artículo 155 de la Constitución, suspende la autonomía y la interviene, ¿quién será la víctima y quién el insurrecto? Sin duda que Mariano Rajoy será un golpista y el señor Mas una víctima. Pero voy más allá, y si un Juez en el ejercicio de sus funciones, por sí o a instancias del fiscal, decide que la actuación de Mas y sus socios es ilícita y decreta su detención y suspensión de funciones, ¿quién será el golpista insurrecto y quién la víctima?
No caigamos en errores ya vividos: la víctima será siempre el Estado de Derecho y el insurrecto el señor Mas y sus socios de Gobierno. En definitiva, la víctima, una vez más, será España, y los insurrectos los que pretenden su destrucción. Aunque no me cabe la más mínima duda que, pese a ellos y a los tibios, España saldrá adelante.
Rafael López-Diéguez en La Gaceta