El acceso al ayuntamiento de la capital de España de Francisco Nicolás Gómez Iglesias fue “rápido y meditado”, aseguran a GACETA.ES fuentes municipales. También se muestran convencidos de que el verdadero introductor del joven en el PP de Madrid, “la persona que empezó a abrirle puertas”, fue el concejal del distrito de Chamartín, Luis Miguel Boto Martínez.
De hecho, las fuentes municipales consultadas coinciden en señalar a Boto como la persona que posibilitó el empadronamiento de Francisco Nicolás en el chalé de la calle Carbonero y Sol número 32, propiedad de una empresa constructora. El trámite de empadronamiento exige unos requisitos que pasan por demostrar la vinculación con la residencia. Los más frecuentes son las escrituras de compraventa, un contrato de alquiler o recibos de suministros de luz, agua, gas o teléfono. Estos deben figurar a nombre de la persona que pretende empadronarse y hacer referencia a servicios contratados para la vivienda en cuestión.
Este diario ha llamado a la oficina de información municipal para consultar si es posible empadronar a un amigo en la propia residencia y nos han comunicado que no salvo en excepciones muy contadas que pasan por necesidades laborales o sanitarias y demostrar que esa persona no puede acreditar otra residencia en la misma localidad.
Las personas del ayuntamiento con las que se ha puesto en contacto este periódico aseguran que la intermediación de Boto fue determinante para permitir el empadronamiento de Nicolás en el ya famoso chalé de la calle Carbonero y Sol. Las mismas aseguran que fue quien intermedió para que el joven conociera a Enrique Nuñez, concejal de Seguridad del ayuntamiento. También han asegurado que gracias a éste último, Nicolás pudo tener acceso a parte del parque móvil adscrito a la unidad de Seguridad Corporativa, entre ellos el vehículo Nissan XTrail que usó en varias de sus aventuras, como el viaje a Ribadeo.
Coches bajo sospecha
Los vehículos de esta unidad pertenecen al ayuntamiento, no a la Policía Municipal como se ha publicado en varias ocasiones, aunque los agentes destinados en Seguridad Corporativa son policías municipales. Hasta donde ha podido saber este periódico, la investigación abierta por la participación de agentes de la Policía Nacional en las aventuras de Nicolás no está cerrada. Hasta este momento han sido expedientados un cabo y un agente, pero no se descarta que otros dos integrantes del cuerpo, asignados a la seguridad directa del propio Nuñez, puedan seguir la misma suerte.
La participación de estos agentes, explican las fuentes consultadas, señalan a la posible vinculación de “personas con altas responsabilidades” que “es imposible que un agente pueda sacar del parque móvil uno de estos vehículos sin los permisos necesarios por escrito, que es lo que ha ocurrido en este caso”. Para estas personas llama mucho la atención que el concejal de Seguridad, Enrique Nuñez, haya solicitado la entrega del vehículo a la Policía Municipal con “carácter de urgencia”, cuando los recortes están haciendo que la unidad de Seguridad Corporativa haya visto reducida su flota en los últimos años. Aseguran que “todo apunta a que quiere quitar presión al departamento que garantiza la seguridad en la sede municipal”.
Espías en el consistorio
Responsables de seguridad del Ayuntamiento de Madrid han asegurado a GACETA.ES que durante un acto celebrado el pasado mes de septiembre, los agentes que realizaban las labores de vigilancia y contravigilancia en el exterior del Palacio de Cibeles localizaron a personas y anotaron placas de vehículos que estaban realizando labores de investigación. En el interior del edificio también identificaron a personas que levantaron sospechas.
De inmediato, los responsables de las unidades de Seguridad Corporativa se pusieron en contacto con el CNI, que les confirmó que estaban realizando un seguimiento a una persona que estaba allí. Unos días después les informaron de que esa persona era Francisco Nicolás Gómez Iglesias.
Información ofrecida por el diario La Gaceta.