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La historia clínica se vuelve contra Teresa Romero

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«No es cierto que Dª Teresa Romero acudiese a consulta de su médico de Atención Primaria de Alcorcón seis días antes de ser ingresada» en el Carlos III (lo hizo cuatro días antes), «no es cierto que la paciente comunicara a su médico de Atención Primaria haber tenido un pico de fiebre de hasta 38,7 ºC» (y así consta en el historial clínico) y «no es cierto que Dª Teresa Romero informase a su médico de Atención Primaria que hubiera tenido contacto con pacientes diagnosticados de ébola». Por todo ello -y por las consecuencias que se podrían derivar-, la doctora, «que desea preservar su identidad y salvaguardar su intimidad», se ha puesto en manos de la abogada Ana Plaza de las Heras, que ejerce también de portavoz.

El primer paso será interponer una «demanda de conciliación». Si no hay acuerdo, entonces sí, llegará la «querella por injurias y calumnias, y cuantas actuaciones resulten necesarias». El objetivo es que la auxiliar de enfermería se retracte. Que revoque expresamente lo que ha dicho. La letrada explica, vía comunicado, «que las últimas declaraciones vertidas por Dª Teresa Romero a sabiendas de su falsedad en el diario El Mundo, en las que dice ‘avisé en el centro de salud de que había cuidado a los misioneros’, constituyen un atentado contra el derecho al honor de nuestro cliente, su fama y dignidad como persona, incluyendo su prestigio profesional».

Una declaración que ha mantenido durante su participación, este sábado, en el programa Un tiempo nuevo, de Telecinco. Declaraciones que contrastan con la primera versión que dio la auxiliar, solo dos días después de su ingreso: «No le dije a mi doctora que había tenido contacto con el ébola porque nunca piensas que va a ser ébola», afirmó en una entrevista en Las mañanas de Cuatro.

Cruce de declaraciones: difiere hasta la fecha de la consulta

Hasta ahora, siempre se había dicho que la auxiliar de enfermería acudió al centro de salud seis días antes de ser ingresada en el Carlos III, cuando las pruebas a las que fue sometida dieron positivo por ébola, hechos que se produjeron el lunes 6 de octubre. Sin embargo, la abogada de la médico de familia sostiene que esa visita al Centro de Salud Pedro Laín Entralgo de Alcorcón tuvo lugar el 2 de octubre, es decir, cuatro días antes de su ingreso hospitalario. Y ese es el primer punto que se recoge como «no cierto». Y, explican, así consta en la historia clínica de la paciente, que puede dejar al descubierto el testimonio de la auxiliar de enfermería.

En dicho historial, por aquel entonces, tampoco quedó registrado ningún rastro de ébola. Ricardo de Lorenzo, presidente de la Asociación Española de Derecho Sanitario, habla en este punto de «sentido común»: «Si la paciente hubiera avisado, además de figurar en el historial, la doctora habría tomado medidas de protección» durante la consulta, cuenta a GACETA.ES. Y no lo hizo: «Como consecuencia de la no revelación del antecedente de exposición al virus, le realizó una exploración física sin ninguna medida de protección, y sin utilizar guantes ni mascarilla», expone su abogada.

La historia clínica, ‘reflejo de lo ocurrido’, respalda a la médico

Un hecho que tampoco pasó por alto el Colegio de Médicos de Madrid, que a finales de octubre aclaraba que el «protocolo/plan previsto en esas fechas no fue activado por la doctora de Atención Primaria al no haber recibido en ningún momento por parte de la paciente información alguna sobre el hecho de haber atendido a personas diagnosticadas de EVE» (enfermedad por virus ébola).

En similares términos se manifestó la Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (AMYTS), que por las mismas fechas hablaba de una «declaración que se puede entender como propia de la situación clínica en la que se encontraba, faltando a la verdad cuando manifiesta que puso en conocimiento del centro de salud que había trabajado con un paciente de ébola, y que deseamos rectifique». Desde AMYTS se referían a una entrevista que la auxiliar de enfermería había concedido a El Mundo.

«La historia clínica es reflejo de lo ocurrido», cuenta Javier de la Peña, director del despacho Lex Abogacía, a GACETA.ES. Este experto también coincide en lo del sentido común: «Entiendo que, ante la evidente discrepancia de dos versiones contradictorias, el único elemento que podrá ser considerado para la admisión de la hipotética querella contra Romero como prueba de que sus afirmaciones no se ajustaron a la realidad sería la historia clínica, puesto que fue redactada in situ y no parece que conste la menor mención sobre el contacto con enfermos de ébola, dato de enorme relevancia que difícilmente la doctora habría omitido de tener conocimiento de una situación potencialmente tan peligrosa».

Los expertos consultados por GACETA.ES coinciden en señalar que si Romero hubiera comunicado que había atendido a Miguel Pajares y Manuel García Viejo, no solo aparecería recogido en su historia, sino que, además, la facultativa hubiera tomado medidas de protección durante la consulta.

‘Delito de injurias y calumnias con publicidad’

Así las cosas, en principio, es la palabra de una contra la otra, pero la historia clínica aparece como «el elemento que dota de mayor credibilidad a la médico», sostiene De la Peña. Una importancia que también destaca De Lorenzo: «En un caso así prevalece la prueba de la historia clínica».

Será el mismo 6 de octubre cuando la doctora de Alcorcón reciba una llamada del Servicio de Epidemiología: es, desde ese momento, un contacto de alto riesgo, ya que, según le informan, una paciente a la que ha explorado, sin medidas, ha sido diagnosticada de ébola. Pide entonces su ingreso voluntario. El objetivo es cortar una eventual cadena de contagio. Permanecerá así hasta completar los 21 días, máximo periodo de incubación del virus.

La secuencia de los hechos pero, sobre todo, que Romero mantenga que sí avisó a su médico de familia han llevado a dicha doctora a tomar la decisión de actuar judicialmente al apreciar «un delito de injurias y calumnias con publicidad», según su defensa. Pero, «antes de la admisión de la querella, habrá un intento de conciliación, por lo que habrá que ver en ese acto las pretensiones concretas de la doctora», concluye Javier de la Peña. La auxiliar de enfermería, que protagonizó el primer contagio de ébola fuera de África, tiene ahora la palabra. Aunque de momento, este mismo sábado se ha reafirmado en un programa de televisión en su segunda versión, por la que afirma que siempre dijo que había estado en contacto con el virus.

Información ofrecida por el diario La Gaceta.

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