- El supervisor argumenta que “el sistema bancario español es el que todavía tiene más oficinas por habitantes”.
- Mentira. Lo que ocurre es que el sistema español tiene más oficinas pero son más pequeñas, con menos empleados que las de Europa.
- Las entidades de nuestro país apuestan por sucursales de tres o cuatro empleados y con más horario de apertura.
El Informe de Estabilidad Financiera del mes de mayo, publicado por el Banco de España este miércoles, ‘invita’ a las entidades españolas a “hacer una reflexión estratégica” sobre el modelo de negocio que es sostenible a medio plazo, teniendo en cuenta el entorno de tipos de interés bajos. En otras palabras, les está diciendo a los banqueros que reduzcan aún más el número de sucursales y el número de empleados.
Y eso a pesar de durísimo ajuste acometido por las entidades durante los años de crisis. Sólo en 2014, y después de una drástica reducción del número de entidades, incomparable al realizado por ningún otro país europeo, el sector eliminó 4.618 empleos (el 4,6%) y cerró 1.095 sucursales (el 1%). Y esto lo hizo durante un ejercicio en el que los beneficios de la banca subieron un 35%.
¿Cómo es posible, entonces, que el Banco de España diga que todavía hay que cerrar más oficinas y suprimir más empleos bancarios? El organismo que dirige Luis María Linde argumenta que, comparado con el resto de Europa, “el sistema bancario español es el que todavía tiene más oficinas por habitante”.
A ver si nos entendemos. Esto es una verdad a medias o, si lo prefieren, una mentira. Ciertamente, en España hay más sucursales, pero son más pequeñas, es decir, tienen menos empleados. Es la estrategia emprendida por las entidades que creen realmente en la banca minorista: oficinas más pequeñas -de tres o cuatro empleados- y con más horario de apertura. Y es que el español medio sigue acudiendo a la sucursal, al menos para operaciones importantes como pedir un crédito para el coche o una hipoteca. O sea, lo que es el negocio bancario.
Información ofrecida por Pablo Ferrer en Hispanidad.