Por Pedro Conde Soladana para elmunicipio.es
Por él nos tomarán, y ya lo han hecho varias veces, a todos los españoles si nuestros altos políticos, los responsables del Estado y del Gobierno, siguen mostrándose como unos bragazas ante tamaña provocación. Que veinte mil y pico pitos en boca de unos pitorros, que muestran lo que son, unos botijos, puedan ofender impunemente los sentimientos más profundos de una nación, simbolizados y entrañados en su himno y su bandera; personificados a su vez en el primer ciudadano de la misma, el Jefe del Estado, es como para quitar de en medio de un manotazo a todos ellos por pusilánimes y deleznables individuos. Pero ¿es que merecen y valen para estar donde están?
No habrá una sola nación en el mundo que aguante semejante ofensa a su dignidad. Y ¿va a ser España, nación de orígenes milenarios, la que sufra y tolere a su propia cara la befa de unos miles de desculturizados, cafres y patanes, azuzados desde la sombra por villanos aspirantes a reyezuelos de taifas?
Todo es contradicción en el suceso. Un simple aunque tradicional acontecimiento deportivo: el fútbol. El trofeo: una copa del Jefe del Estado que disputan dos equipos. Dos equipos, trufados de políticos y agentes separatistas, que compiten por un trofeo cuyo título recibe el nombre del ese Jefe de Estado de la nación de la que quieren separarse. Y, sin embargo, se prestan, ávidos de trofeos, a esa competición de la que ambos lucen el máximo de copas de todos los regímenes, desde que se instituyó. Quien da nombre al título conoce y sufre la calaña y percal de esa gente. Quienes lo disputan no quieren a la nación que aquél representa ni a él mismo y, a pesar de ello, al acontecimiento concurren todos; unos con sus odios y otros con la mansurronería de corderos degollados. Y lo que, finalmente, debería ser una jornada lúdico-deportiva se convierte en un espectáculo ofensivo y deprimente para la nación española.
Si no hubiera leyes, la impotencia no podría ser la disculpa porque con suprimir la competición y el trofeo todo estaría arreglado. Pero ¿por qué acabar con una larga tradición deportiva que tiene sus glorias y alegrías para los vencedores, como sus penas para los perdedores, porque una minoría de esgarra patrias se empeñe en amargar con sus ofensas a una nación que tiene una Constitución y sus códigos penales para frenar esa localizada barbarie? ¿Por qué no se aplican con todo su rigor y se acaba con el perro y la rabia? ¿Para qué están sino las leyes? ¿Para lucir de país civilizado pero asustado por una harca de incivilizados? Hasta la democracia se subleva con su ley de las mayorías ante tanta cobardía.
¿De quién es la responsabilidad de este desmadre? Porque ya son tres veces, si no recuerdo mal, las que en este acontecimiento deportivo se repite la tangana separatista. Como respuesta: no cabe otra responsabilidad que la de quienes, nada más y nada menos, juraron cumplir y hacer cumplir la Constitución y sus leyes. O ¿es que la ofensa a España, a sus ciudadanos, a sus máximos símbolos, son pequeños delitos y de menor cuantía moral? Pues en su crecimiento y extensión, en su falta de respuesta a ese engallamiento de gallitos a los que no se les corta la cresta, le va a nuestra Patria su supervivencia. Y esto que vemos los ciudadanos de a pie ¿no lo ven los ciudadanos de las cumbres políticas? Pero ¿qué clase de políticos de birriosa clase tenemos? ¿Por qué no decir lo que uno presiente ante la conducta de algunos que han ascendido tanto en el rango de la vida pública sin cualidades y por ello sin merecerlo? Tienen toda la pinta de traidores.
Una hipótesis al respecto. ¿Qué hubiera pasado si el Jefe del Estado, el rey Felipe VI, al primer pito se hubiera dirigido al entorno y hubiera dicho: “Vámonos”. Y al dar la media vuelta, hubiera añadido un enigmático: “Me voy pero volveré”, que el resto de los españoles sí hubiéramos interpretado muy positivamente? Pues hubiera pasado que todos los españoles, que somos la mayoría, estaríamos detrás de él y a sus órdenes para lo que quisiera ordenar. Y ¿quién hubiera entregado la copa al final?, se preguntará el gentío. Qué importa. Quizá Rita, la Encantadora, con cara de Mas o de Urkullo. Dos gallos para cortar la cresta y ponerlos a escaldar en agua hirviendo para que suelten las plumas, como se hacía antes con los gallos de corral para después guisarlos y darnos el banquete.
Si yo ahora terminara este artículo preguntando ¿y quién le pone el cascabel al gato?, me parecería una ofensa a todos los españoles, menos a los supradichos, porque es poner en duda que a muchos, muchos, les sobran redaños para poner cascabeles a esos gatos y a todos los de su especie.
Pedro Conde Soladana
Que coño se ha fumado quien ha escrito esto? Opinión Invitada, ah, acabáramos.
Se ha dado cuenta el DESPERDICIO que ha escrito esto de que está insultando a miles de millares de Catalanes y Vascos que solo están expresando un sentimiento que les viene de lo más profundo de su corazón? Crees realmente que hacemos eso por joder? Yo sería EL PRIMERO que me levantaría y aplaudiría al himno y al rey si se nos respetase, si no se pensase que hablamos nuestra lengua por joder, si no se esperase que renunciáramos a todo lo que nos identifica, ni se nos odiáse en el resto de España. S
… si no se nos insultara continuamente en la mayoría de diarios españoles, si españa dejara de ir al revés de Europa en todo, si dejara de joder a sus COMPONENTES más importantes, y por último, y muy por último, si se nos dejara de expoliar económicamente, que es un motivo, pero el menos importante. No hemos sido independentistas durante siglos y se nos ha despreciado, vejado, y maltratado durante tiempos, y ahora os quejaís? ( y me refiero a gente como la DESGRACIA que ha escrito esto y no al diario o a los españoles en general) Es el pueblo el que explotó, el gobierno simplemente va con él, y está a favor porqué el pueblo y ellos han visto que no hay otra solución.
Confieso a mis amigos de El Municipio y también a quienes ocasionalmente se asoman a sus páginas, que a mis dos primeros apellidos – comunes y queridísimos – siguen un número considerable de apellidos de la más pura estirpe euskaldun: Atxa, Agirre, Lazkarai, Urain… Mis antepasados maternos fundaron ferrerías en Eibar. Otros vinieron de Lapurdi y de Navarra. Yo, por amor a mis raíces vascas estudié y poseo título de Escuela Oficial de Idiomas en Euskara (…eta harro, harro sentitzen naiz euskaltzale eta euskalduna izateagatik) Quiero decir, que el problema sentimental de atracción hacia uno de los pueblos que presentan particularidades más notables en esta gran España de todos lo resolví intelectualmente, que no tanto, cordialmente, pues ya sabemos que cuando suena la gaita ¡cuán difícil resulta escuchar la lira!. Amo a mi Patria española en su variedad y en su esencialidad común e irrevocable. Me repelen por razones diversas y profundas los gestos separadores: tanto los centrípetos como los centrífugos; me escandaliza que sea en los partidos de fútbol donde más entusiasmos patrióticos se enciendan – cuando juega la Selección Nacional- como que en los partidos de fútbol afloren también los sentimientos más antiespañoles. A ambos fervores les rebajo todo lo que de inauténtico tienen, pero subrayo y condeno la responsabilidad política de quienes encienden y dirigen estos fervores. La sonrisa de Más me pareció repugnante y la posición del Rey lastimosa. No soy partidario de liarme a codazos con nadie, pero tengo claro que hay que hacer algo desde las instituciones y desde las políticas educativas. También, por supuesto, apuntando a otras políticas y a otros puntos de encuentro donde habría que recuperar, incluso para los que ahora se sienten fuera de ella, a nuestra patria española, que, por prácticamente inexistente, querido Pedro Conde, habrá que levantar sobre pilares consistentes y eliminando todo lo que los corroa. Así pues, sin visceralidad (que, a veces, en pequeñas dosis tampoco viene mal) ahí va mi ¡¡Arriba España!!
Carles Martínez Pérez Quizá no tengas la culpa porque no te la enseñaron; pero es indudable que desconoces absolutamente la Historia de España, que es la del País Vasco y Cataluña. La misma. Sólo quienes quieren hacer negocio con el independentismo se inventan una historia falaz para sacar provecho particular y tapar sus delitos. Mira a Jordi Pujol y su familia, actuales padres putativos de la independencia catalana, y te explicarás muchas cosas. Trabajé de los 17 a los 19 años en el Pais Vasco. Fui feliz entre ellos. Y me convencí de que era una de las variadas y ricas formas de ser español. Lo mismo me ocurrió en Cataluña donde iba algunos veranos. Soy castellanoleonés y quiero a ambas regiones como si hubiera nacido en ellas porque forman parte de mi Patria a la que ambas cooperaron a formar desde sus orígenes.
Pero siempre renegaré de quienes quieren destruirla. Y, por supuesto, me opondré a ello con todo cuanto tengo. Hasta con la vida. Quiero que mi descendencia viva en esta España rica y plural y por eso gritaré una vez más ¡ARRIBA ESPAÑA!, con todas sus regiones.
Me parece genial, Pedro, y me parece que muy bien que seas coherente con tus principios, y me parece bien que la defiendas con la vida mientras tu no mates a nadie, y no lo digo en el sentido de muérete, sino en el sentido de que no vayas en sentido de «vamos a matar separatistas» Yo mismo diría Arriba España! si se nos hubiera respetado, cosa que nunca se ha hecho excepto raras excepciones como es el caso de cualquier Falange no franquista o de personas concretas como José Antonio Primo de Rivera, al que como persona yo también le digo !PRESENTE!, però habrás de admitir que los que nos respetan en España son una minoría absoluta, y a los vascos, y a los gallegos.
Yo tengo un proyecto en mi mente de hacer un equivalente catalán independentista a la falange ( que no imitarla o simplemente con la mera diferencia del separatismo) ya que un proyecto de esas características en una hipotética Cataluña independiente requeriría cambios. No os veo con un enemigo, sino como una fuente de inspiración excepto en el tema nacional. Yo también estoy dispuesto a defender la independéncia de Cataluña CON MI VIDA. Así que si alguna vez hay guerra, sea cual sea el resultado, espero que nos respetemos el uno al otro.
Carles:
No he tenido ni tengo intención de matar separatistas. Pero tendrás que reconocer que muchos de estos hace años que iniciaron esa mala y criminal costumbre. Por el País Vasco, ETA y por Cataluña, Tierra Lliure.
La clave siempre está en quien inicia las hostilidades, porque pueden tener respuesta y es lo lógico, y aquéllas, las hostilidades, las principiaron los dichos arriba antes de la democracia y las continuaron con ésta.
Querido José Ignacio: Yo también estoy orgulloso de mi apellido Soladana, que realmente en su origen era Solarana, como ves de resonancias vascas.
El asunto es un poco largo de explicar.
En definitiva, quiero decir que sin la identidad que me dan todas las tierras de España con sólo una que me faltara me sentiría un español incompleto; que, por otro lado, no sé explicar cómo sería un español incompleto.
Esto lo conversaba yo con un amigo de ERC, de la Pobla de Montarnés, Tarragona, Alfred se llamaba, y me decía que con esa forma de ser español él también se sentía español. Algo falla, pues, en nuestra comunicación de hermanos de la misma madre Patria.
En que año? Habría que recordar que oficialmente, ERC no fue independentista hasta 1993. Cuando yo nací, que casualidad jajaja.
Con todo respeto a Carles,que por sus apellidos no debe de tener un pedigri etnográfico sino que parece descendiente directo de las Comas de Manrique, debo de decirle que yo, que soy lopez de apellido, tengo quizá más vinculos con el pais vasco, o Euzkadi, como quiera, y en Cataluña donde viven tíos y primos hermanos, de manera que a querer a esas tierras no me gana usted. De forma que no se de dónde saca usted eso de que despreciamos aquellos idiomas. En absoluto. Mi familia toda habla ambas lenguas, y yo me siento orgulloso de que España sea tan rica en cultuta, en tradiciones, en el Habla, y jamás he sentido una pizca de resentimiento hacia ellos. Son españoles como los demás y por eso los quiero.
Recuerdo que desde mi juventud, cuando cantaba en el orfeón de mi pueblo, llevábamos en el repertorio sendas canciones interpretadas en Vasco y en catalán, y lo hacíamos con esopecial carilo. BOGA BOGA, MARIEÑELA, JUAN BiARDEGU GURRITIRÁ, BAIN INDIETARÁ, BAIN INDIETARA, ESDET NIKI KUSICO, SURET PLAYA DERRA, .AGUR ONDARROACO, ITSA ……Y LA CATALANA QUE EMPEZABA: ADEU, ROSE DE ABRIL, ADEU ROSE ENCARNADE, DEMA LURY . Y que me perdone Carles la pésina escritura, PERO ESO LO CANTÁBAMOS EN PLENA DICTADURA POR TODA ESPAÑA. Quiero decir, respetado Carles, que por muchas razones de consaginidad, de formación, de cultura, y políticas, -fui educado en el Frente de Juventudess-, donde nos enseñaron a amar a todas y cada unas de las regiones españolas, yo me siento catalan y español, como me considero vasco y español. Un abrazo.
Eso, es precisamente lo que le pasa a la mayoría de España. Cuando hablo del odio, desprecio, y insultos, no me refiero a la Falange o a otros grupos que intentaron inovar en España. Si algo hizo bien Franco fue que almenos era coherente, quería unir el país, y por lo tanto, al contrario que los gobiernos de ahora, no se dedicaba a provocar el odio entre regiones.
Se me olvidaba, el comentario de José Ignacio es de una sabiduría exquisita. ¡Gora José Ignacio¡