El presidente socialista de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, presidió el pasado jueves la entrega de los VIII Premios Internacionales de Traducción Rey Abdullah Bin Abdulaziz, celebrado en el Campus de la Fábrica de Armas de Toledo de la Universidad de Castilla-La Mancha. Este es un galardón concedido y financiado por Arabia Saudí. En sus ocho ediciones, la entrega de premios se ha celebrado en diferentes ciudades del planeta. En esta ocasión se escogió la capital manchega para celebrar que el Premio en la categoría Instituciones y Organismos ha recaído en la Escuela de Traductores de Toledo y dependiente de la Universidad de Castilla-La Mancha.
LD / La sorpresa llegó en la ceremonia, cuando una de las premiadas subió al estrado ataviada con un burka con el que sólo se le podían ver los ojos. García-Page le hizo entrega de su diploma y aplaudió mientras la ganadora lo mostraba al público, en una imagen que ha generado sorpresa y polémica en estos últimos días.
Emiliano García-Page celebró en el acto el trabajo que desempeñan los traductores en el entendimiento cultural en el mundo, «una obligación moral de todas las religiones y civilizaciones». «Para quererse, primero hay que conocerse», incidió añadiendo que un «objetivo posible» sería que si hay guerras, «que no se produzcan por ignorancia, por no hacer el esfuerzo de conocer al otro».
Destacó también el «honor inmenso» que supone que estos Premios Internacionales se entreguen en nuestro país y concretamente en la ciudad de Toledo, «porque España no se podría entender sin la huella y la presencia de la cultura árabe». El político socialista, sin embargo, no hizo ningún comentario acerca de la situación de la mujer en los países árabes ni tampoco sobre el atuendo de la premiada.
