Inicio Opinión Invitada La Colau y las placas del Instituto Nacional de la Vivienda

La Colau y las placas del Instituto Nacional de la Vivienda

0

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.
Ministerio-de-la-vivienda-placa
Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.
Por Juantxo García para elmunicipio.es  

De todos es sabido –y más por quienes hemos pasado por ese trance amargo– que un desempleado en España es, poco más o menos, un molesto cero a la izquierda. Todo lo más, caladero de votos al socaire de los partidos del Régimen que, cíclica y cínicamente, prometen al colectivo la buena nueva de que un día atarán canes con chorizos de Requena y ese día, oigan, será el desparrame con batucada incluida.

La izquierda separatista, como hija del Régimen, tampoco es ajena a esta política de la zanahoria. Pero, al menos, a los pequeñoburgueses que juegan a ser «guardias rojos», hay que reconocerles un plus: sus cerebritos son más calenturientos que los caletres acartonados, pongamos por caso, de un Rajoy o de un Sánchez. Así, a Ada Colau, alcaldesa de Barcelona, un buen día se le ocurrió una luminosa idea: que las placas del Instituto Nacional de la Vivienda que aún quedan por la Ciudad Condal sean recontadas por parados, para después proceder a arrancarlas.

Así, la Asamblea de Parados de Nou Barris, como quien va a la caza de pokemones, ha «descubierto» en dicho distrito la friolera de 232 placas en fachadas, según informa «El Periódico» [27 de agosto de 2016]. Se trató, según el mencionado rotativo, de una operación realizada durante el mes de julio pasado y, después del exitazo de Nou Barris, la Colau va a extender la cosa a Sant Andreu y Sarrià-Sant Gervasi y, con el tiempo, nos imaginamos, a toda la Ciudad Condal, de punta a punta de la metrópoli.

¿Bajo qué doctrina los parados de Nou Barris han operado por orden del consitorio? Copio directamente el párrafo que publica «El Periódico»: «las referencias franquistas en el espacio público son contrarias a la democracia, la libertad y la solidaridad, y representan una infracción moral respecto a la memoria de las víctimas del fascismo y de aquellas personas que no padecieron la represión de la dictadura del Estado entre 1936 y 1975» (sic.).

Sin entrar ni la cáscara ni en la chicha de la para mi orwellina y boba doctrina conocida como de la «memoria histórica», se me ocurren varias preguntas sobre esta operación de catalogación/limpieza que, en buena lógica, no obtendrán respuesta nunca. 

Parece más que obvio que, en 232 edificios de Nou Barris, entre cuyos moradores debe vivir, por puritita lógica, más de un «rojeras» y/o un «separata», la presencia de estas placas, desde el 21 de noviembre de 1975 al verano de 2016 –esto es, durante más de cuatro décadas–, no ha supuesto la más mínima alteración de los biorritmos. ¿Significa esto que el nudo gordiano de la política de la Colau consiste en matar moscas con el rabo? Ya hay demasiadas pruebas de que, efectivamente, es así. Lo de las placas del Instituto Nacional de la Vivienda no es una chocante anécdota.

Metidos en faena, esta tarea a cargo de un colectivo de parados, ¿no correspondería, en buena lógica, a funcionarios municipales y, más concretamente, a la Policía Local de Barcelona?

¿Están los parados de Nou Barris para satisfacer los apetitos de una visionaria que ha convertido Barcelona en una inmensa kasbah y paraíso de manteros subsaharianos o, por el contrario, están para otros menesteres como formarse profesionalmente y buscar empleo «de verdad»?

Después de desfranquistizar las fachadas de Barcelona, ¿qué bullirá en la cabeza de la alcaldesa de Barcelona? ¿La catalogación de locales frecuentados por «xarnegos», «católicos», «madridistas» y demás ralea? ¿La vigilancia de «castellanoparlantes desafectos»? Lo digo, porque esto sí que no sería una novedad en la historia de la ciudad: basta con hacer un recuento de los encarcelados, torturados y/o asesinados por la «democracia catalana» de un tal Lluís Companys.

Por último, un detalle que, a mi juicio, debería tener alguna importancia: a todos nos gustaría saber si este «trabajo» –localizar placas y consignarlas para un «patrón» es, se mire por donde se mire, un «trabajo»– de miembros de Asamblea de Parados de Nou Barris, ¿ha servido para promover el empleo con su correspondiente papeleo legal y altas en la Seguridad Social o, por el contrario, ha sido remunerado bajo mano, a lo Echenique? Y, si no ha sido remunerado, si no que, por contra, ha sido realizado «gratis et amore» por la Asamblea de Parados de Nou Barris, ¿cabrá la posibilidad de encontrar tontos más tontos bajo la capa celestial?

Colabora con el periódico digital El Municipio con un donativo para seguir informando con un periodismo combativo en libertad
Pincha en el boton Donar. Muchas gracias por tu ayuda y colaboración.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí