Uno de los peores episodios de los últimos años en el mundo de la tecnología de consumo lo está viviendo en sus propias carnes Samsung por culpa de los problemas técnicos derivados de una serie de dispositivos Galaxy Note 7 y que ha obligado a suspender las ventas a nivel global. Para evitar que se produzcan más casos, la firma surcoreana ha instado a los propietarios de este terminal a devolverlo urgentemente para obtener un modelo de reemplazo.
ABC / El gigante surcoreano, que ha perdido un 7% en bolsa desde la retirada del mercado de su nuevo dispositivo en formato «phablet» que estaba llamado a catapultar sus ventas este trimestre, ha anunciado en un comunicado que trabaja para agilizar los envíos de nuevos productos para cumplir con el programa de reemplazo después de detectarse casos de deflagraciones y explosiones de las baterías utilizadas durante el proceso de carga.
Desde Samsung asumen la «preocupación» de sus clientes y insisten en la «importancia de cambiar el producto» para evitar posibles quemaduras. «Nuestra prioridad número uno es la seguridad de nuestros clientes. Estamos pidiendo a los usuarios que apaguen sus Galaxy Note 7 y los cambien tan pronto como sea posible», señala en un comunicado DJ Koh, Presidente de Comunicaciones Móviles de Samsung Electronics. «Estamos intentando agilizar los dispositivos de reemplazo para que puedan ser proporcionados a través del programa de intercambio de la forma más cómoda posible», sostiene.
La multinacional coreana asegura que se trata de un «pequeño número» de casos lo que han tenido problemas técnicos. Se estima que fueron unos 35 terminales los que dieron la voz de alarma hace dos semanas. Por ahora, fuentes de Samsung reconocen haber identificado ya el componente defectuoso y se han detenido las ventas y envíos de esos dispositivos. «También estamos colaborando con los organismos reguladores nacionales», dicen.
La razón técnica de esta situación se debe al sobrecalentamiento que ocasiona la batería cuando los electrodos de las celdas de la pila se conectan, provocando en algunos casos que el litio -elemento utilizado en la fabricación de las baterías- se queme produciendo llamas y que llegue incluso a hacer explotar el dispositivo. Según las últimas informaciones, algunos de estos casos han provocado incluso quemaduras en un niño menor de edad. Este incidente puede costarle a la marca más de mil millones de dólares y una profunda crisis de identidad.