Cientos de islamistas han vuelto a protestar este viernes 24 de marzo al grito de «Alá es grande» por el cierre de una mezquita ilegal del centro de Clichy-la-Garenne en los Hauts-de-Seine -en el noroeste de la ciudad de París- y han amenazado con «…seguir rezando en la calle hasta que vuelvan a controlar el centro…», un hecho prohibido en Francia desde el pasado año 2011 en virtud de la ley de laicidad, según han informado desde el diario La Gaceta.
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Las masivas manifestaciones frente al Consistorio han sido denunciadas por la dirigente del Frente Nacional francés, Marion Le Pen, a través de las principales redes sociales. «…Múltiples presiones y oraciones de la calle al grito de «allah akbar» por una mezquita…»
La asociación musulmana de la ciudad decidió ocupar ilegalmente el centro tras la decisión del Ayuntamiento de no renovar el contrato de arrendamiento temporal.
El pasado miércoles cincuenta personas forzaron una puerta y penetraron en el interior de la sala de oración antes de la operación policial de desalojo, comenzaron una sentada como protesta que han mantenido en los últimos días y atacaron brutalmente a la Policía dejando a un agente herido.
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«…Es un hecho simbólico, sólo para decir que tenemos derecho a un lugar decente de culto cerca de casa…», manifestó el presidente de la asociación. El alcalde de la localidad, el repúblicano Rémi Muzeau, ya puso de manifestó que su objetivo era hacer una «biblioteca municipal» y propuso una nueva mezquita a las afueras de la ciudad, hecho que fue rechazado dado que según los líderes musulmanes es «inapropiado» y no puede recibir a los más de 1.200 musulmanes que van a rezar cada día. «Las personas mayores no pueden caminar hasta allí, no es un lugar decente», señalan los islamistas.
Las autoridades islámicas han llamado a los musulmanes de la ciudad a reunirse de nuevo en la puerta del Ayuntamiento en los próximos días bajo la observación de la Policía, que pese a los desprecios e insultos velan para que «no se produzcan alteraciones del orden público».