Aparece un submarino en Cádiz
Desde el lunes, muchos agentes de policía, Guardia Civil o militares recibieron en sus teléfonos las imágenes de una extraña embarcación, puede ser un submarino, tirada sobre la arena de la playa de Los Alemanes, en el término municipal de Tarifa.
ECD / Las imágenes se recogieron en algunos grupos de discusión especializados en temas de seguridad, como ‘Annack’, donde se abrió un debate acerca de la posible finalidad que podría tener el artefacto.
Narcotraficantes, terroristas…
Circularon todo tipo de hipótesis y suposiciones. Una de las principales, que se tratara de una lancha rápida para introducir droga en España salvando la vigilancia costera de la Guardia Civil. O incluso un señuelo para despistar a los agentes e introducir la droga por otro punto desprotegido.
Una técnica que no sería desconocida para las fuerzas de seguridad: En 2009 fue detenido un narco en Alicante que estaba planeando fabricar un minisubmarino para introducir droga por la costa. Sin embargo, el reducido tamaño del ingenio hallado en Cádiz apuntaba a que la carga de narcóticos sería igualmente reducida.
También hubo quien lo relacionó con un posible fin terrorista o de tráfico de armas. Una forma de burlar la seguridad para introducirse en España, un terrorista o una partida de armas destinadas a una célula. De hecho, en las cercanías de la playa, se encuentran unas instalaciones militares cuyo acceso está restringido.
Sin embargo, la realidad que hay tras las imágenes es mucho más cotidiana que todas las especulaciones que las han rodeado. Según ha podido constatar El Confidencial Digital, las fuerzas de seguridad de la zona llevaron a cabo un operativo en la zona en la tarde del lunes, alertados por las llamadas de unos vecinos ante la extraña presencia en la playa.
Estudiantes holandeses grabando un videoclip
Personados en el lugar agentes de la Guardia Civil, según testigos residentes en el lugar con los que ha podido hablar El Confidencial Digital, descubren que el aparato en realidad es de madera y ha sido pintado de color gris para darle una apariencia metálica. “Parecía una nave de ‘La Guerra de las Galaxias” asegura un testigo. Por dentro, sin embargo, estaba completamente vacía. No tenía ningún tipo de mecanismo. Sólo una alfombra negra de plástico y un tubo naranja, procedente de una bombona de butano.
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No lejos del lugar se encontraban un grupo de jóvenes, que resultaron ser los creadores y propietarios del artilugio. Se trataba de ciudadanos holandeses, algunos identificados como estudiantes, que estaban grabando un videoclip para el grupo de música de uno de ellos. Tras recoger el aparato, se lo llevaron y abandonaron el lugar ante las miradas curiosas de una docena de vecinos que se habían acercado hasta el arenal.
